Un legado espiritual más que material. La muerte del Papa Francisco conmovió al mundo entero este lunes, marcando el final de una figura clave en la historia contemporánea de la Iglesia Católica. Jorge Bergoglio, el primer papa latinoamericano y el primero no europeo en más de 1.200 años, deja tras de sí no solo una profunda huella espiritual, sino también una herencia económica sorprendentemente austera.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, se difundió información sobre el patrimonio del pontífice. De acuerdo al sitio especializado Celebrity Net Worth, el papa Francisco contaba al momento de su muerte con un patrimonio neto de apenas 100 dólares.
El dato, que rápidamente se viralizó, resalta aún más por el contraste con los ingresos que pueden percibir los cardenales del Vaticano, quienes reciben entre 4.700 y 5.900 dólares mensuales, según estimaciones del mismo medio.
Además, el papa Francisco no cobraba un salario por su rol como jefe de la Iglesia. Su decisión se alineaba con la vida austera que predicó y llevó adelante desde su llegada al Vaticano en marzo de 2013, cuando fue elegido sucesor de Benedicto XVI tras la histórica renuncia de su antecesor.
Su papado se caracterizó por una firme postura a favor de los pobres, la sobriedad y la ética dentro del clero. La noticia sobre su patrimonio no hace más que reforzar la imagen de un líder comprometido con sus principios hasta el final.