Israel anunció la suspensión del ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza tras el rechazo de Hamas a una propuesta de alto el fuego respaldada por Estados Unidos. La decisión del primer ministro Benjamin Netanyahu intensifica la crisis humanitaria en el territorio palestino y desata una ola de reacciones a nivel internacional.
Hamas rechaza la propuesta de alto el fuego y acusa a Israel
El estancamiento en las negociaciones amenaza con descarrilar la tregua alcanzada tras 15 meses de guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre de 2023 con el ataque de Hamas contra el sur de Israel. La propuesta presentada por el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, buscaba extender el alto el fuego hasta mediados de abril, coincidiendo con el Ramadán y la Pascua judía.
El plan incluía la liberación de todos los rehenes en dos etapas, la segunda de ellas supeditada a un acuerdo de paz definitivo. Hamas rechazó la oferta, alegando que Israel estaba incumpliendo los acuerdos previos. En respuesta, Netanyahu ordenó la suspensión del ingreso de mercancías y suministros a Gaza, medida que Hamas calificó de "chantaje barato, crimen de guerra y violación flagrante del acuerdo".
Crisis humanitaria y denuncias de la comunidad internacional
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exigió la reanudación inmediata de la ayuda humanitaria, mientras que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió sobre la grave situación en la región. La interrupción del flujo de suministros ha llevado a un aumento inmediato de los precios en Gaza, exacerbando la crisis económica y social.
En tanto, Egipto, Jordania, Qatar y Arabia Saudita condenaron la decisión de Israel, señalando que pone en riesgo la estabilidad en la región y la viabilidad de un acuerdo de paz duradero. La Yihad Islámica, aliada de Hamas, responsabilizó a Israel por "sabotear" la tregua y aumentar la tensión en el conflicto.
El futuro del acuerdo de tregua y el dilema de la paz
El acuerdo inicial, negociado durante meses, contemplaba tres fases de 42 días cada una. Durante la primera, Hamas liberó a 25 rehenes y devolvió los cuerpos de otros ocho, a cambio de la excarcelación de aproximadamente 1.800 prisioneros palestinos. Sin embargo, el proceso se encuentra estancado y el cumplimiento de las siguientes etapas sigue siendo incierto.
Mientras Israel exige la desmilitarización de Gaza y la eliminación de Hamas, el grupo islamista insiste en mantener su presencia y control en la Franja. La segunda fase del acuerdo prevé la liberación de los rehenes restantes, el canje de cientos de prisioneros palestinos y la retirada de tropas israelíes, una posibilidad que Netanyahu no ha confirmado.
Un conflicto sin resolución inmediata
Con una tregua tambaleante y un futuro incierto para la población de Gaza, la presión internacional sobre Israel y Hamas sigue en aumento. La decisión de Netanyahu de suspender la ayuda humanitaria incrementa el riesgo de una escalada en la violencia y deja en vilo la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz sostenible.
En los próximos días, la reunión ministerial en El Cairo podría ser clave para definir el rumbo de las negociaciones. Sin embargo, mientras las partes mantengan posturas irreconciliables, la paz en Oriente Medio continuará siendo una meta difícil de alcanzar.