El aeropuerto de Rodas se convirtió este lunes en un campamento improvisado a causa del incendio que arrasó parte de la isla griega, con trabajadores descansando sobre toallas de playa y sillas ocupadas por turistas todavía en malla.
En el área de salidas del aeropuerto internacional, muchos viajeros esperan poder regresar a sus países tras ser evacuados de sus hoteles o residencias vacacionales a orillas del mar Egeo. Sus rostros denotan miedo y cansancio.
El incendio provocó la evacuación de 19.000 personas, de los cuales 7000 son turistas. Este lunes las llamas seguían fuera de control por séptimo día consecutivo, lo que obligó a desalojar más localidades.
Unos 270 bomberos con 55 vehículos, ocho aviones y diez helicópteros cisterna siguen luchando contra las llamas en tres frentes que amenazan zonas pobladas en el centro, la costa oriental y el sur de la isla. El incendio forestal quemó ya más de 14.000 hectáreas de bosque, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).
El relato de turistas evacuados en Rodas: “No podíamos respirar”
En el aeropuerto local se agolpan cientos de turistas que piden ayuda a sus países de origen para volver a sus casas.
Daniel-Cladin Schmidt, un alemán de 42 años que estaba de vacaciones con su esposa y su hijo de 9 años en Kiotari, una región del sudeste de esta isla del Dodecaneso, contó: “Estamos agotados y traumatizados. Creo que no acabamos de darnos cuenta de lo que ha pasado”.
Schmidt dijo que salió con su familia del hotel en el que se alojaba en cuanto sonó la alarma. “Evacuaron la playa. Había miles de personas, los autobuses no podían pasar, tuvimos que caminar más de dos horas. No podíamos respirar, nos tapamos la cara para avanzar. Es un milagro”, relató.
Con sandalias de plástico y una cinta en el pelo, Audrey y Marylin, que prefieren no decir sus apellidos, también esperaban en el aeropuerto, situado en el noroeste de la isla, frente a las costas turcas.
Las dos mujeres nigerianas, de 19 y 20 años, viven en Budapest y este verano boreal estaban trabajando en un hotel de Lindos, uno de los lugares más visitados de Rodas, conocido por su Acrópolis antigua.
“Sabíamos que había incendios, pero parecían estar lejos. Y de repente, todo cambió”, comentó Audrey.
Por su parte, Marylin describió los gritos y los llantos, la tensión que se apoderó de los clientes y del personal del hotel. “Tuvimos mucho miedo. Nos fuimos por nuestra cuenta”, dijo.
Varios países europeos organizan vuelos de repatriación
Varios países europeos organizaron guardias consulares en el aeropuerto para auxiliar a sus compatriotas.
“Las cosas van mejorando, pero muchos aviones están llenos, así que hay que tener paciencia. La situación debería normalizarse en unos días”, afirmó un representante del consulado de Francia citado por AFP.
Otros turistas, como el italiano Massimo Alberti, piden ayuda. “Necesitamos una mano, el fuego se está extendiendo rápidamente hacia el norte. Hacemos un llamamiento a las autoridades italianas: necesitamos más vuelos, hay pocos durante la semana y no se encuentran boletos”, reclamó.
“El fuego podría llegar a los centros habitados, la situación empieza a no ser tan tranquila para muchos miles de compatriotas. Puede empeorar”, alertó.
La aerolínea de bajo costo easyJet anunció que empezaría este lunes a repatriar a turistas británicos. El bobierno checo dijo que había repatriado a unos 450 de sus ciudadanos en tres vuelos. Mientras tanto, la agencia de viajes alemana TUI envió seis vuelos chárter vacíos a la isla para repatriar a turistas británicos y alemanes.
Grecia vive hace días una ola de calor extremo que llevó ayer los termómetros a marcar 46,4 grados en la ciudad de Gitión, en el Peloponeso, la temperatura más alta jamás registrada en el país.
