En la madrugada del domingo, Estados Unidos lanzó un contundente ataque militar sobre tres instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Según confirmó el presidente Donald Trump, los sitios fueron "completamente y totalmente destruidos" en una "espectacular operación militar" que apunta a frenar el avance del programa nuclear iraní.
Durante un mensaje desde la Casa Blanca, Trump afirmó que los bombardeos alcanzaron directamente infraestructuras subterráneas clave. "Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡¡¡En el blanco!!!", escribió el mandatario en su plataforma Truth Social, enfatizando el poder de destrucción del operativo.
Trump: "Irán se enfrenta a una elección: paz o tragedia"
El presidente norteamericano señaló que esta acción representa una advertencia definitiva al régimen iraní. "Irán se enfrenta a una elección: paz o tragedia", expresó. Además, elogió el trabajo de las fuerzas armadas y destacó que "ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho lo que hicimos hoy".
En sus declaraciones, Trump se refirió a los ataques como un golpe estratégico que busca neutralizar la capacidad de Irán de desarrollar tecnología nuclear con fines militares, en sintonía con una política exterior de presión máxima.
El OIEA no detectó aumento de radiación, pero Irán promete represalias
Tras la ofensiva, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que, hasta el momento, no se registraron niveles elevados de radiación en las inmediaciones del sitio de Fordow, una de las plantas de enriquecimiento de uranio más vigiladas del país.
Sin embargo, desde Teherán, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, advirtió que los bombardeos "tendrán consecuencias duraderas" y que Irán se reserva todas las opciones para responder. La Agencia de Energía Atómica de Irán también se pronunció, asegurando que el país "nunca detendrá su programa nuclear" y exigiendo una condena internacional contra Estados Unidos.
Netanyahu respaldó a Trump: "Es una decisión histórica"
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu celebró la ofensiva y ofreció un respaldo total al presidente estadounidense. Calificó la decisión como "histórica" y afirmó que Trump actuó para impedir que el régimen más peligroso del mundo acceda a las armas más peligrosas del mundo.
El respaldo de Netanyahu subraya el papel clave de Israel como aliado estratégico de EE.UU. en la región y refleja la creciente tensión entre Jerusalén y Teherán.
Un conflicto que escala y genera preocupación mundial
La operación militar contra las instalaciones nucleares iraníes marca un nuevo capítulo en la escalada de tensiones en Medio Oriente. La comunidad internacional observa con preocupación los efectos colaterales que este tipo de ofensivas pueden tener en la estabilidad regional y en la seguridad global.
En paralelo, potencias como China, Rusia y Pakistán ya han solicitado en la ONU un alto el fuego inmediato e incondicional, alertando sobre los riesgos de una guerra de gran escala.
Irán, Estados Unidos y el mundo ante una encrucijada nuclear
El ataque estadounidense sobre las instalaciones nucleares de Irán representa un punto de inflexión en el conflicto. Con Washington reafirmando su posición de fuerza y Teherán prometiendo represalias, el escenario geopolítico entra en una fase crítica.
El llamado de Trump a "elegir paz o tragedia" no sólo tiene como destinatario a Irán, sino también a una comunidad internacional que se ve obligada a reaccionar frente a una de las escaladas militares más peligrosas de los últimos tiempos.