En una movida estratégica que ha llamado la atención internacional, Ucrania anunció la destrucción de dos puentes dentro del territorio ruso. El éxito de la operación se logró con el uso de drones de bajo costo, con un valor de entre 600 y 725 dólares, y la inteligencia para aprovechar las minas que el propio ejército ruso había instalado en la zona.
Según el ejército ucraniano, los puentes, ubicados cerca de la frontera con la región de Járkov, eran utilizados como puntos de abastecimiento clave para las tropas rusas. Dada su importancia, las fuerzas del Kremlin habían minado los pasos para poder destruirlos en caso de un avance ucraniano, una táctica habitual en tiempos de guerra.
Los drones utilizados eran dispositivos de filmación en primera persona, que, a diferencia de los equipos de tecnología bélica, no pierden la señal al cruzar la frontera. Con esta tecnología, el ejército ucraniano no solo identificó los depósitos de municiones, sino que también pudo llevar a cabo el ataque.
Recrudece la tensión en plena negociación de paz
El operativo se produce en un contexto de creciente tensión, a pesar de las gestiones del expresidente de EE. UU., Donald Trump, para lograr un encuentro entre los líderes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodímir Zelenski.
La situación se agravó tras un ataque ruso con drones y misiles que destruyó un edificio en Kiev en la madrugada del jueves, dejando un saldo de 19 muertos, entre ellos tres niños, y decenas de heridos.
"Estos vergonzosos ataques amenazan la paz que el presidente busca", declaró Keith Kellogg, enviado especial de Trump. Sin embargo, la Casa Blanca confirmó que continúan los esfuerzos para concretar la cumbre. "El presidente Trump y su equipo de seguridad nacional siguen comprometidos con los funcionarios de Rusia y de Ucrania para realizar un encuentro bilateral que ponga fin a las matanzas y la guerra", informaron desde la Casa Blanca a la agencia AFP.