El primero de marzo pasado, la comunidad catamarqueña se conmocionó al conocer el atroz crimen de una joven. Se llamaba Micaela Gordillo, tenía 25 años y era la única mujer de cuatro hermanos. La noche del sábado 29 de febrero, salió con sus amigas y luego, se encontró con Naim Vera, hoy sindicado por la Justicia como el autor de su femicidio. Desde aquel día, los familiares y amigos de Brenda marchan para pedir “justicia” y recordarla cada vez que se cumple un nuevo aniversario.
Ayer, poco antes de las 10.00, un nutrido grupo de personas, encabezado por sus hermanos y su madre, se reunieron en el Paseo de la Fe. Con pancartas y carteles con el rostro de la joven, marcharon en silencio, manifestándose hasta el edificio de la fiscalía de calle Junin al 600, donde se manifestaron pidiendo justicia.

Sin embargo, las marchas por Brenda, que se habían caracterizado por ser pacíficas, en un determinado momento, el reclamo se tornó violento. Unas personas que acompañaban a los familiares intentaban aparentemente ingresar al edificio judicial y comenzaron a empujar a la madre de Brenda y a sus hijos, quienes estaban al frente de la manifestación con el pasacalle “Justicia para Brenda”, al punto que llegaron a ponerlo cara a cara con los efectivos policiales, que custodiaban el lugar.
En ese contexto, el fiscal de la causa, Hugo Costilla, salió a dialogar con la madre de la joven, a quien le pidió que ingresara para contarle cómo va la investigación de la causa, a la que solo le resta, según los voceros de aquella, concluir con unas pericias de ADN -las que estaban postergadas por la pandemia del Covid-19- para elevar la causa a juicio.





