Tal como fue publicado en exclusiva por LA UNIÓN, un sujeto mayor de edad se sentó hoy, en el banquillo de los acusados de la Cámara Penal N° 2 por haber cometido entre los años 2014 y 2020 siete hechos de abuso sexual infantil, en perjuicio de tres niñas de 11, 12 y 13 años de edad, familiares de su pareja.

Pasadas las 9.00 de la mañana, el tribunal, integrado por los jueces Silvio Martoccia, Mauricio Navarro Foressi y Fabricio Gershani Quesada, se constituyeron en el recinto y abrieron la audiencia de debate con la presencia de las partes y del imputado en la sala.

Luego de dar lectura de la citación a juicio, donde se detallaron los siete hechos de abuso sexual simple, abuso sexual con acceso carnal y pornografía infantil, el presidente del tribunal le preguntó al imputado -la identidad se reserva para resguardar la de las niñas víctimas, ya que son familiares- si iba a declarar, respondiendo este que sí.

Asesorado por la defensora oficial, Dra. Olmedo, el sujeto se sentó ante los jueces y, a líneas generales, según indicaron los voceros judiciales -puesto que, debido a que los hechos que se ventilan son de índole sexual, no está permitido el ingreso de la prensa a la sala- el sujeto confesó, lisa y llanamente, los hechos por los que llegó a juicio.

Si bien, ante la confesión del imputado, las partes desistieron de los testigos, una de las víctimas, hoy adolescente, ejerció su derecho de ser escuchada y declaró en la sala.

Luego de escucharla, los jueces resolvieron pasar a un cuarto intermedio para hoy, cuando, luego de darle la última palabra al imputado, se dará a conocer el veredicto de sentencia.
 

Denuncia

De acuerdo con la requisitoria de citación a juicio, el imputado aprovechaba que las niñas se quedaban a dormir en su casa, en la que convivía con su pareja y sus dos hijos, para someterlas a sus bajos instintos.

Los hechos ocurrieron en la Capital, casi siempre durante la noche, en el dormitorio en el que todos dormían.

Las víctimas fueron coincidentes en contar que el sujeto se metía en el colchón en el que dormían en el piso y, aprovechando que el resto de la familia dormía, las abusaba.

Además de accederlas contra su voluntad, el depravado las manoseaba a veces cuando compartían momentos en la sala con su tía o cuando estudiaban.

Los hechos salieron a la luz cuando una tía de las niñas, quien llegó de viaje del interior, notó un comportamiento extraño en la menor de las víctimas, a quien, luego de insistirle varias veces para que le contara qué estaba pasando, se quebró y, entre llantos, contó que su tío abusaba sexualmente de ella, pero que estaba amenazada por el sujeto de matar a su tía si contaba lo que estaba sucediendo.

Mientras la pequeña recordaba que su tío abusaba de ella tres o cuatro veces a la semana, principalmente cuando dormían, la hermana de esta se acercó y le dijo también, entre llantos a su tía, que el imputado le había hecho lo mismo.

Como los hechos sucedieron cuando las pequeñas se quedaban en la casa de su tía por razones de estudios, la denunciante habló con su hermana del corazón ya que también había estado viviendo un tiempo en la casa del acusado y confirmó su sospecha: ella también había sido abusada por la pareja de su hermana.

Al momento de la detención del sindicado, los investigadores le secuestraron un teléfono celular, en el que, al ser visualizado, se encontraron más de 800 fotografías de abuso sexual de menores, como así también de las víctimas.