En las últimas horas dos graves hechos salpicaron a la institución policial. Un suboficial está detenido en el cuartel de bomberos por conducir alcoholizado y un sargento fue pasado a disponibilidad, tras ser denunciado por una colega de haberla amenazado con el arma reglamentaria en la cocina de la dependencia policial. Los hechos ocurrieron en Capital y Tinogasta, respectivamente.

La Unión pudo saber de voceros judiciales y policiales que, a las 7:40 aproximadamente, tomaron conocimiento de una colisión, en inmediaciones de la terminal de ómnibus donde, por causas que se investigan, un automóvil Chevrolet Ónix embistió otro rodado, cuyo conductor se fugó por calle Tucumán, en sentido contrario al de circulación.

De inmediato el móvil de la Comisaría Décima salió en persecución, interceptando el rodado en Tucumán y Chacabuco, a la altura de la jefatura de la policía.

Policía

Al identificar al conductor del vehículo, que estaba aparentemente bajo los efectos del alcohol, este dijo llamarse Brian Emanuel Ochoa, de 28 años, que reviste la jerarquía de oficial ayudante, desempeñándose en el grupo GIR Norte.

Seguidamente, los encargados del procedimiento convocaron a sus pares de la Dirección De Seguridad Vial, quienes realizaron el test de alcoholemia a Ochoa, arrojando este como resultado 1,15 g/l de alcohol en sangre, por lo que le labraron el acta correspondiente y procedieron al secuestro del vehículo, el que fue remitido al corralón municipal. En tanto, el policía fue trasladado por sus pares al cuartel de bomberos, donde quedó alojado, privado de la libertad.

A disponibilidad por apuntarle a una colega

Por otro lado, el viernes de la semana pasada, una suboficial de la policía de la provincia que cumple funciones en la comisaría departamental de Tinogasta denunció a un colega de haberle apuntado con el arma reglamentaria.

Según la información a la que pudo acceder este diario, el hecho habría ocurrido el jueves a las 8, aproximadamente, en la cocina de la dependencia, donde se encontraban desayunando. En un momento determinado, el sargento acusado y pasado a disponibilidad, que solo será identificado con su inicial G., estaba supuestamente bromeando con los colegas, cuando habría empuñado el arma reglamentaria y le habría apuntado a la suboficial D.

El hecho, que habría sido en un contexto de broma, fue puesto en conocimiento de sus superiores, a través de un informe que envió en la madrugada del día siguiente. Al entrevistarse con la mujer policía, esta les habría indicado a sus superiores que denunciaría a su colega.

Anoticiado de lo sucedido, desde el Ministerio De Seguridad, a través de la jefatura de la policía, se ordenó el inmediato pase a disponibilidad del suboficial G. y la retención del arma reglamentaria, como así también el inicio del sumario administrativo correspondiente.