En noviembre del año 2013, se sancionó la Ley 26.904 donde se incorporó al Código Penal la figura de grooming y se establece la “pena con prisión de seis meses a cuatro años al que, por medio de comunicaciones electrónicas (...), conectare a un menor con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual del mismo”. 
Desde entonces, en nuestra provincia, se abrieron trece causas, una de las cuales ya cuenta con condena efectiva  y en otra, hoy se la conocerá. 
Durante la mañana de ayer, el juicio por grooming en contra de Jonathan Sánchez Pedraza -la primera denuncia por este tipo de delito en la provincia- finalizó, tras tres audiencias, con una sentencia condenatoria para el imputado. 
Pasadas las 9.30 de la mañana, el juez Diego Chaile Costilla reanudó el debate tras el último cuarto intermedio del viernes, jornada en la que se escuchó a la víctima, con la ronda de los alegatos de las partes. 
La fiscala Olga Pereyra fue la primera en alegar. Como el debate se ventila a puertas cerradas, se pudo saber que desde el Ministerio Público Fiscal se sostuvo la acusación en contra de Pedraza y, por ende, se pidió al juez sea declarado culpable y se le aplique una pena de cuatro años de prisión y la inmediata detención.  
A renglón siguiente, hizo lo propio la asesora de menores, Sandra López Gardel, quien se adhirió a lo solicitado por la fiscala y, finalmente, en igual sentido, alegó la querella particular representada por los Dres. Navarro y Carrasco, quienes también solicitaron el máximo de la condena para Sánchez Pedraza. En último término, tomó la palabra la defensa del imputado, a cargo del Dr. Zurita, quien a líneas generales pidió la absolución para su defendido por falta de prueba. 
Seguidamente, el juez Diego Costilla Chaile resolvió pasar a un cuarto intermedio para la mañana de hoy, a las 9.00, donde previo a escuchar la última palabra del imputado -quien se abstuvo de declarar en todas las etapas del proceso- dará a conocer el veredicto de sentencia. 
El delito de grooming fue introducido al Código Penal argentino en el artículo 131 el que redacta que será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual. 

El hecho  
En el mes de marzo de 2014, Sánchez Pedraza se contactó con su vía, fingiendo ser un chico de su misma edad. Luego de varias conversaciones virtuales, le pidió fotos íntimas. Fue entonces cuando la niña le contó lo que estaba pasando a sus padres, quienes dieron aviso a la Policía. Uno de ellos fingió ser la víctima y contactó a  Sánchez Pedraza para encontrarse en el  Parque de los Niños. Allí fue detenido por la Policía cuando intentaba huir en una moto al advertir que había sido descubierto. Estuvo preso cuatro meses y recuperó la libertad tras el pago de una caución. 

Casos pendientes en la Justicia local

En el año 2013 y 2016, un sujeto de apellido Bustos fue detenido en la Capital y su causa fue elevada a juicio. Se espera que en breve se concrete el debate oral. 
Pedro Quintero (50), de Tinogasta, se contactaba con niños menores de edad a través de las redes sociales y habría abusado sexualmente de ellos. En diciembre de 2019, tras el dictado de la prisión preventiva, fue alojado en el Penal de Miraflores.  
En  2019, un adolescente (15) fue imputado por la Justicia Juvenil por el acoso a una niña de 11. 
En febrero de 2019, César Augusto Armella (40), quien se encuentra en libertad, fue imputado por el fiscal Felzstyna de haber acosado cibernéticamente a una niña (7).  
En febrero de 2019, un joven de apellido Sánchez (20) le pedía fotos íntimas a una adolescente (13) de sus partes íntimas. Posteriormente, le pidió encontrarse, pero como la chica se negó, empezó a extorsionarla. 
En abril de 2019, un policía retirado de apellido Ridel fue imputado e indagado por el fiscal Costilla por grooming. La víctima, un niño (11), a quien le envió mensajes de tenor sexual. Tras el pago de una caución, recuperó la libertad. 
En  marzo del 2020, un vendedor ambulante de bijoturie fue detenido por acosar a adolescentes mediante mensajes al celular, número que les pedía luego de regalarles aritos.