Hay dos fiscalías en Córdoba que investigan las muertes de bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba: Raúl Garzón y Jorgelina Gutiez. Este último tiene dos casos de dos muertes recientes de bebés, en los que la autopsia revela que presentaban altos niveles de potasio, por lo que se sospecha que se les inyectó alguna sustancia inapropiada, de manera equivocada o dolosa, pero, en todo caso, es una mala praxis como mínimo.

Al mismo tiempo, Garzón recibió una denuncia de una persona que no ha sido identificada, que, a principios de julio, se presentó en tribunales y dijo que había muchas muertes en el Hospital Neonatal, sobre todo en junio. Este fiscal, a su vez detectó un primer universo de 13 casos sospechosos. De esos, hay cinco en que se está afinando la lupa, porque las criaturas fallecidas tendrían pinchazos al menos llamativos. Todavía no están los resultados de esas autopsias y ni siquiera los padres de los bebés han sido informados de esta investigación.

Hay dos muertes confirmadas, que están bajo sumario en un expediente, y, en un universo mayor de 10 casos, hay cinco bajo sospecha. No se puede aún determinar que todos los casos respondan a las mismas circunstancias.

De manera paralela, el Ministerio de Salud de la Provincia indicó que ya estaban llevando una investigación administrativa desde marzo y que fueron apartadas nueve personas, pero no sancionadas. Una de ellas sería una enfermera con muchos años de trabajo en el Hospital Neonatal.

 No hay ninguna persona imputada. Se secuestraron algunas historias clínicas, pero no se ordenó ningún allanamiento en domicilios.