La inseguridad, con perfume de mujer. Al menos cuatro violentos robos callejeros, bajo la modalidad de arrebato, se denunciaron el miércoles a la noche, en Capital y Valle Viejo. El factor común fueron la motos y  la mujer como autora y/o coautora en los ilícitos. 
A las 22.30 aproximadamente, una pareja en moto perpetró un dramático robo, que tuvo como víctima a un niño de corta edad.  
De  acuerdo a la información judicial a la que pudo acceder este diario, Gabriela Rodríguez, de 29 años, denunció que en circunstancias que se desplazaba a pie junto a su pequeño hijo de corta edad, por calle San Juan, antes de llegar a la intersección con calle Villegas, el conductor de una moto tipo 150cc. le interpuso el rodado y detuvo la marcha. De la moto descendió una mujer, quien tomó al hijo de la damnificada y, amenazándola con lesionar a la criatura, la obligó a que le entregara el teléfono celular que llevaba en una de sus manos. 

Ante el temor de que la delincuente tenía, literalmente, de rehén a su niño, Rodríguez le dio el teléfono; esta lo tomó, empujó a la criatura hacia donde estaba su madre, para luego abordar raudamente la moto en la que la esperaba su cómplice y fugarse con rumbo desconocido.  

Diez minutos antes 
En tanto, cerca de las 22.20 horas, Exequiel Agüero, de 25 años, fue el damnificado. Según la denuncia, el mencionado circulaba solo a bordo de una motocicleta, cuando al pasar el Portal Norte del Parque Adán Quiroga, una motocicleta con una pareja a bordo detuvo la marcha a su lado. La mujer, que iba de acompañante, sin descender del rodado, se acercó y le arrebató la billetera que llevaba en el bolsillo de atrás del pantalón, conteniendo la suma de cuatro mil pesos. De inmediato, el conductor aceleró la moto y ambos delincuentes huyeron raudamente del lugar.   
Marcia Amaya fue otra víctima de la pareja de motochorros. Esta vez, quien descendió del rodado fue un hombre quien, sin mediar palabra alguna, le aplicó un golpe de puño en el rostro a la mujer y le robó el teléfono celular, observándolo correr unos metros, según denunció la víctima, y abordar una moto, la que era conducida por una mujer. El ilícito sucedió en el barrio 80 Viviendas Sur.