Del "traidora" al "que ahorre en viajes": las diferencias entre Milei y Villarruel sin retorno
El Presidente culpó a su vice por la sesión del Senado que aprobó leyes impulsadas por la oposición. Villarruel respondió con duras críticas: lo acusó de perjudicar a los argentinos, de vivir en un palacio y de meter familiares en el Estado. "Cuesta creer que escriba sobria", la feroz respuesta de Lilia Lemoine a los dichos de la vicepresidenta.

La interna en el corazón del Gobierno nacional alcanzó un nuevo pico de tensión. En las últimas horas, la vicepresidenta Victoria Villarruel se distanció públicamente del presidente Javier Milei, al que acusó de adoptar decisiones que "perjudican a los argentinos". El conflicto, latente desde hace meses, quedó al descubierto tras la sesión del jueves en el Senado, donde se aprobaron dos leyes clave con fuerte impacto fiscal: un aumento de jubilaciones y la creación de un fondo para personas con discapacidad, medidas que contaron con el aval de Villarruel y el impulso de la oposición.

Todo se agravó luego de que el propio Milei calificara a su compañera de fórmula como "traidora". Lejos de esquivar el golpe, la vice reaccionó con una serie de mensajes en redes sociales que revelan el nivel de fractura en la cima del Poder Ejecutivo. Allí, sin filtros, Villarruel le pidió al Presidente que "ahorre en viajes y en la SIDE", que "actúe como un adulto", reveló que ya no se hablan y lo acusó de "meter familiares en la función pública", "vivir en un palacio" y "traicionar lo que dijo".

 

Pero lo más significativo fue su posicionamiento político. En un intercambio con un usuario de Instagram, justificó la apertura de la sesión del Senado y respaldó los proyectos aprobados. "Si hay equilibrio fiscal, asistir a los más desprotegidos no debería ser tan terrible. Un jubilado no puede esperar y un discapacitado, menos", escribió. De ese modo, marcó distancia del dogma del superávit fiscal que sostiene Milei y se alineó más con el discurso opositor que con el oficialismo.

La ruptura, hasta ahora solapada, quedó expuesta sin ambigüedades. Aunque comparten origen político y llegaron juntos al poder, Milei y Villarruel ya no disimulan el desencuentro. Para el Presidente, el quiebre comenzó cuando su vice le habría pedido colocar funcionarios de confianza en cargos públicos, algo que interpreta como una intención de "ir por la caja". También rememora con recelo una reunión entre Villarruel y Mauricio Macri, que en su entorno leyeron como una traición.

Desde el entorno de la Vicepresidenta rechazan esas versiones y aseguran que las fricciones se deben a una estrategia deliberada de Milei para limitar el crecimiento político de Villarruel.

La tensión no es nueva, pero sí cada vez más profunda. A diferencia de rupturas pasadas entre presidentes y vices, como la de Chacho Álvarez con De la Rúa o la de Cobos con Cristina Fernández, Villarruel hoy no cuenta con resortes de poder institucional para enfrentar a Milei. Su situación se asemeja más a las tensiones que mantuvo Néstor Kirchner con Daniel Scioli: peleas públicas con alto voltaje simbólico pero sin consecuencias directas en la toma de decisiones.

El intercambio de acusaciones, que ya escaló al terreno personal, refleja una grieta que no solo impacta en el oficialismo, sino que amenaza con erosionar la estabilidad política interna del gobierno libertario. Y aunque aún se limita al terreno discursivo y virtual, el distanciamiento parece irreversible.