La tensión política entre Nación y la provincia de Buenos Aires volvió a escalar tras los asesinatos de dos mujeres ocurridos en Villa Luzuriaga y Laferrere, partido de La Matanza.
Desde la Casa Rosada, el Gobierno nacional advirtió que "la provincia es un baño de sangre" y apuntó contra el gobernador Axel Kicillof.
"Protegen delincuentes y persiguen a los que nos cuidan. Se queman el presupuesto en ideología de género y políticas socialistas para fomentar el odio, el resentimiento y la violencia", señaló el subsecretario de Prensa, Javier Lanari.
La respuesta llegó desde el Ejecutivo bonaerense a través de la vicegobernadora Verónica Magario, quien cuestionó a Javier Milei y lo acusó de haber mentido durante la campaña electoral.
"Desde La Libertad Avanza usan fake news para ensuciar y desprestigiar. Queremos enfrentar a Milei y lo que está pasando en el país, ponernos del lado de la gente para decirle 'hasta acá llegaste'", sostuvo en declaraciones a radio Delta.
Magario también reconoció que dentro del peronismo existen diferencias internas, pero subrayó: "Siempre sabemos resolverlas y llegar a la unidad".
El cruce se produce en un contexto de creciente preocupación por los índices de inseguridad en el Conurbano bonaerense, y a semanas de que se definan las estrategias políticas de cara a las próximas elecciones.