Hace exactamente diez años, el 18 de enero de 2015, la muerte del fiscal federal Alberto Nisman conmocionó a la Argentina y al mundo. Fue hallado sin vida en el baño de su departamento en Puerto Madero, con un disparo en la cabeza. Desde entonces, el caso sigue envuelto en misterio y controversia. La Fiscalía Federal N°3, encabezada por Eduardo Taiano, sostiene que Nisman fue víctima de un homicidio, motivado por su trabajo en la Unidad Fiscal AMIA (UFI-AMIA).
Una denuncia contra el poder
En el momento de su muerte, Nisman estaba a punto de presentar ante el Congreso de la Nación los detalles de una denuncia explosiva contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios de alto rango. La acusación giraba en torno al supuesto abuso de autoridad y la violación de los deberes de funcionario público, relacionados con un presunto encubrimiento a los responsables del atentado a la AMIA, el ataque terrorista más letal en suelo argentino.
Un punto clave de la denuncia era el Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán, que según Nisman representaba una "entrega de soberanía y traición a la patria". Este acuerdo, promovido por el gobierno de la época, buscaba avanzar en la investigación del ataque terrorista, pero fue ampliamente criticado por su opacidad y las implicancias políticas.
El comunicado del Gobierno actual
En el marco del décimo aniversario de su muerte, el gobierno del presidente Javier Milei emitió un comunicado oficial calificando el hecho como "un asesinato en manos de lo más oscuro del poder". Además, reafirmó su compromiso con la justicia para las víctimas del atentado a la AMIA.
Como parte de este compromiso, el presidente presentó ante el Congreso un proyecto de ley para implementar el "Juicio en Ausencia". Esta iniciativa busca garantizar que los responsables del atentado no queden impunes, permitiendo juzgar a los sospechosos que no puedan ser extraditados.
El reclamo por justicia y verdad
El Ejecutivo también destacó la importancia de que el Poder Judicial avance tanto en la investigación del presunto asesinato de Nisman como en las denuncias que él realizó. La Oficina del Presidente subrayó que estas investigaciones son fundamentales para cerrar uno de los episodios más oscuros y complejos de la historia argentina reciente.
Impacto y legado de Nisman
La figura de Alberto Nisman se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la impunidad. Su muerte no solo expuso las tensiones entre el Poder Judicial y el Ejecutivo de la época, sino que también sacó a la luz las complejidades del caso AMIA, que sigue siendo una herida abierta en el país.
A diez años de los hechos, el recuerdo de Nisman y su labor continúan siendo un llamado a la justicia y a la transparencia. La falta de resolución en este caso refuerza la necesidad de instituciones fuertes y de un sistema judicial independiente que pueda garantizar la verdad.