El Gobierno enfrenta un nuevo obstáculo en su intento de designar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia. A pesar de que el Senado dejó todo listo para rechazar sus pliegos en la próxima sesión, la administración de Javier Milei ha decidido, al menos por ahora, no retirarlos.
El Senado en contra de las designaciones por decreto
El pasado jueves, la Comisión de Acuerdos del Senado dio un paso clave al aprobar dictámenes que permiten el tratamiento de los pliegos de Lijo y García-Mansilla en el recinto. Sin embargo, lejos de ser una señal de apoyo, esta medida busca rechazar ambas nominaciones y enviar un mensaje claro: el Presidente no puede nombrar jueces por decreto sin el aval del Congreso.
La oposición, conformada por el kirchnerismo y un sector del radicalismo, parece tener asegurados los 25 votos necesarios para bloquear la designación de García-Mansilla. Su nombramiento requiere la aprobación de dos tercios del Senado, un número que el oficialismo no está en condiciones de alcanzar.
Escenarios posibles para García-Mansilla
El caso de García-Mansilla es complejo, ya que juró y asumió su cargo en la Corte tras ser nombrado en comisión por el Poder Ejecutivo. Si el Senado rechaza su pliego, hay tres escenarios posibles:
Renuncia inmediata: García-Mansilla podría decidir dar un paso al costado y evitar una confrontación judicial.
Permanencia en el cargo: Podría argumentar que su nombramiento sigue vigente hasta noviembre, basándose en un antecedente de la Corte Suprema de 1932 (Caso "Dura, Francisco").
Judicialización del caso: Si decide quedarse en el cargo, podría abrirse una disputa legal que llegaría a la Corte, aunque no sería resuelta por los actuales miembros debido a un posible conflicto de intereses.
La situación de Ariel Lijo
A diferencia de García-Mansilla, Ariel Lijo no ha asumido su puesto en la Corte, ya que el tribunal le denegó la licencia para abandonar su actual cargo como juez federal. Su pliego también enfrenta resistencias en el Senado, pero su rechazo no está tan asegurado, ya que algunos senadores kirchneristas estarían dispuestos a apoyarlo.
Si el Senado bloquea su nominación, Lijo continuaría en su juzgado sin mayores problemas. Sin embargo, si la votación resulta reñida, podría abrirse una negociación política para asegurar su confirmación.
Estrategias del Gobierno para evitar la derrota
Ante la posibilidad de un revés en el Senado, el oficialismo evalúa distintas opciones para mitigar el impacto político:
Retirar los pliegos antes de la votación: Aunque el Gobierno insiste en que no lo hará, esta medida evitaría una derrota en el recinto.
Dilatar el tratamiento: La vicepresidenta Victoria Villarruel, presidenta del Senado, podría retrasar la sesión especial solicitada por la oposición.
Buscar una sesión ordinaria: Esto permitiría que los jefes de bloque negocien la fecha y el temario, reduciendo la presión sobre el oficialismo.
Acciones legales en curso
Mientras el conflicto político se desarrolla en el Congreso, un grupo de ONGs vinculadas a la justicia y sectores kirchneristas presentaron una medida cautelar para declarar la nulidad del decreto de designación de los jueces. La causa está en manos del juez federal Alejo Ramos Padilla, quien podría emitir un fallo de gran impacto institucional en los próximos días.