La disputa por la primera minoría en la Cámara de Diputados se transformó en una batalla silenciosa que tiene a dos gobernadores del Norte como árbitros principales: Raúl Jalil, de Catamarca, y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero. Ambos concentran, entre sus legisladores, un caudal de votos capaz de inclinar la balanza a favor del oficialismo o del peronismo, que intenta evitar nuevas deserciones en su bancada.
Para La Libertad Avanza (LLA), alcanzar la primera minoría implicaría ocupar la vicepresidencia primera del cuerpo, además de obtener presidencias de comisiones y mayorías en esos espacios estratégicos para dictaminar proyectos antes de su llegada al recinto. El oficialismo aspiraba a conformar un interbloque con el PRO, pero esa posibilidad se desdibujó en medio de las diferencias públicas entre Mauricio Macri y Javier Milei, sumadas a fugas de dirigentes que respondían a Patricia Bullrich.
Actualmente, LLA cuenta con 88 diputados, aunque podría sumar dos más: Verónica Razzini, del bloque Futuro y Libertad, y Alejandro Bongiovanni, cercano a Bullrich pero aún dentro del bloque macrista que lidera Cristian Ritondo.
En este escenario, la posición de Jalil y Zamora es determinante. El gobernador catamarqueño cuenta con cuatro legisladores propios, mientras que Zamora aporta siete. Si ambos abandonaran Unión por la Patria (UXP), la bancada pasaría de 96 a 85 miembros. Incluso una sola salida, como la de Jalil, reduciría ese número a 92, debilitando la posición del peronismo y facilitando al oficialismo alcanzar la primera minoría con el apoyo de aliados.
Jalil todavía no tomó una decisión, pero mantiene conversaciones con el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo para formar un interbloque de mandatarios, junto a legisladores vinculados a Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones).
Por parte del oficialismo, LLA confía en conservar su alianza con la Liga del Interior —integrada por los radicales Mariano Campero, Luis Picat y José Tounier— y sumar aportes del PRO (16 diputados), la UCR (6 legisladores) y el entrerriano Francisco Morchio, referente de Rogelio Frigerio.
En el peronismo, la bancada de Fuerza Patria sumará 96 diputados en diciembre. En los últimos días se confirmó la incorporación del tucumano Javier Noguera al bloque Independencia, liderado por Jaldo, mientras que el puntano Jorge "Gato" Fernández anticipó que no se integrará a ese espacio al asumir el 10 de diciembre. La principal preocupación del sector es conservar cohesión entre sectores más duros, como los referenciados en Juan Grabois y La Cámpora, y los gobernadores dialoguistas, entre ellos Jalil y Zamora.
Otra alternativa en estudio es la conformación de un interbloque que permita la autonomía de los subbloques, aunque esta opción no convence a la conducción encabezada por Germán Martínez ni a los sectores kirchneristas.
En el panorama de fuerzas provinciales, Innovación Federal contará desde el 10 de diciembre con siete legisladores. De consolidarse un interbloque junto a Neuquén, Tucumán (Independencia) y Catamarca, esa agrupación podría sumar hasta 15 diputados. Innovación aportaría tres salteños y cuatro misioneros; Independencia, tres; los neuquinos, uno; y Catamarca, cuatro.
Finalmente, los gobernadores de Córdoba (Martín Llaryora), Chubut (Ignacio Torres), Santa Fe (Maximiliano Pullaro), Jujuy (Carlos Sadir) y Santa Cruz (Claudio Vidal) avanzan en la conformación del espacio Provincias Unidas. A ese armado se sumarían dos radicales porteños y los legisladores bonaerenses de Encuentro Federal. En conjunto podrían alcanzar 17 diputados, aunque aún resta definir si el correntino Diógenes González se integrará o no, en función del rol que aspire a tener su gobernador, Gustavo Valdés, en la conducción nacional de la UCR.
La definición de estos movimientos será clave para determinar cómo se repartirá el poder interno del Congreso en un fin de año marcado por negociaciones, tensiones y reacomodamientos entre oficialismo, oposición y fuerzas provinciales.