El juicio por los Cuadernos de las Coimas, uno de los procesos judiciales más complejos y resonantes del país, comenzó envuelto en una controversia que preocupa a las más altas instancias del Poder Judicial. La Corte Suprema de Justicia, la Cámara Federal de Casación Penal y el Consejo de la Magistratura manifestaron su inquietud por la extensa duración que podría tener el debate oral, que actualmente se realiza de manera virtual, a través de Zoom, y con una sola audiencia por semana.
El Tribunal Oral Federal (TOF) N° 7, encargado de llevar adelante el juicio, decidió adoptar este formato alegando limitaciones de espacio físico y cuestiones logísticas. Sin embargo, la medida fue mal recibida por magistrados, fiscales y defensores, quienes advierten que el esquema elegido podría afectar derechos fundamentales como el de defensa y el carácter público del juicio.
Una sala especial para el juicio más grande del país
Ante esta situación, el Consejo de la Magistratura comunicó a los jueces del TOF 7 que entre el 10 y el 15 de noviembre se inaugurará en el edificio de Comodoro Py 2002 una nueva sala de audiencias con capacidad para 200 personas, especialmente pensada para juicios de gran magnitud.
El espacio, que fue remodelado a partir de la antigua Sala AMIA, permitirá albergar a los 87 acusados, sus abogados defensores, la fiscalía y las querellas. Se trata de un ámbito histórico: allí se desarrolló en 2013 el primer juicio oral por el atentado a la AMIA.
La sala cuenta con estrados amplios, sectores diferenciados para las partes, una platea de más de 50 butacas, un pullman en planta alta y equipamiento tecnológico de última generación para transmisión remota, reproducción de videos, documentos y evidencia audiovisual.
Con esta infraestructura, las autoridades judiciales buscan garantizar condiciones adecuadas para la presencialidad, tal como exige un proceso de tal envergadura.
Casación advirtió sobre riesgos para el derecho de defensa
Hace dos meses, el presidente del tribunal, Enrique Méndez Signori, había elevado una nota al Consejo y a la Corte Suprema para expresar su preocupación por la falta de espacio físico y comunicar que el juicio se realizaría por Zoom, con una audiencia semanal. La decisión generó resistencia entre los magistrados de Casación y el Ministerio Público Fiscal.
Los jueces de Casación Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Gustavo Hornos coincidieron en que el formato virtual y la escasa frecuencia de audiencias "podrían afectar garantías esenciales del juicio oral y público". Advirtieron, además, que la virtualidad podría extender el proceso durante años, dada la complejidad del expediente, que involucra más de 600 testigos y a 87 imputados, entre ellos la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En agosto, el tribunal de Casación emitió una resolución en la que recomendó al TOF 7 revisar el cronograma y aumentar la frecuencia de las audiencias, con el fin de evitar dilaciones y preservar el principio de inmediatez entre jueces, testigos y acusados.
Escenas insólitas en las audiencias virtuales
El formato remoto también trajo momentos que generaron malestar institucional. En una de las primeras audiencias, Alberto Padoán, empresario de Vicentin, apareció acostado en su cama, en pijama y comiendo helado, mientras se desarrollaba el juicio. En otra conexión, el exministro Julio De Vido fue captado almorzando frente a la cámara durante la transmisión, sin apagar el video.

Estos episodios reforzaron los cuestionamientos al uso de plataformas digitales para un proceso judicial de tal magnitud y visibilidad pública.

Hacia un juicio más ágil y presencial
Tras las críticas, el TOF 7 resolvió mantener una audiencia semanal hasta fin de año y sumar una segunda a partir de marzo de 2026, los martes y jueves. Sin embargo, desde la Corte y el Consejo de la Magistratura esperan que el juicio pueda realizarse de forma presencial y con mayor frecuencia en la nueva sala de Comodoro Py.
"Lo que nos gustaría ver son audiencias presenciales todos los días, como corresponde a un juicio de esta relevancia", señalaron fuentes judiciales.
El caso de los Cuadernos de las Coimas —que investiga una presunta red de sobornos entre empresarios y funcionarios durante los gobiernos kirchneristas— promete ser uno de los debates más largos y trascendentes de la historia judicial argentina. Pero su desarrollo dependerá, en gran medida, de cómo el Poder Judicial logre equilibrar la celeridad procesal, las garantías constitucionales y la transparencia pública que exige un proceso de esta magnitud.