Han transcurrido dos meses desde la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela, y su familia sigue sin obtener respuestas sobre su paradero y estado de salud. Su pareja, María Gómez, manifestó su desesperación ante la falta de información oficial, a pesar de los intentos de contacto con las autoridades. "Hemos interpuesto denuncias y amparos, pero todavía no hemos tenido ningún tipo de respuesta", afirmó en declaraciones a Radio Mitre.
Según Gómez, la última vez que tuvo contacto con Gallo fue cuando él se disponía a viajar a Argentina y fue retenido en el aeropuerto por la policía de migraciones venezolana. "Le dijeron que le harían una entrevista, pero desde ese momento quedó incomunicado", explicó. La única prueba de su detención son unas imágenes difundidas el 2 de enero de 2025, pero desde entonces no han recibido ninguna información adicional.
Incertidumbre y angustia en la familia de Nahuel Gallo
La madre del gendarme, Griselda Heredia, también expresó su preocupación y denunció la falta de avances en la investigación. "Nos aseguraron que están trabajando en el tema, pero la realidad es que no sabemos nada, estamos igual que el primer día", declaró. Además, cuestionó la falta de información oficial sobre las condiciones en las que se encuentra su hijo y el motivo real de su detención.
La situación ha generado un gran nivel de angustia en la familia de Gallo, quienes exigen respuestas concretas y mayor intervención por parte del gobierno argentino. "No podemos dormir, no sabemos en qué situación está. Es un calvario vivir así", expresó Gómez.
El rol del Gobierno argentino en el caso Nahuel Gallo
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró a la familia del gendarme que están haciendo "todo lo posible" para esclarecer la situación y lograr su liberación. Sin embargo, hasta el momento no se ha brindado información concreta sobre las gestiones diplomáticas en curso ni sobre las condiciones en las que se encuentra Gallo.
El caso también ha despertado preocupación en diversos sectores, ya que representa un episodio de incertidumbre diplomática entre Argentina y Venezuela. Organismos de derechos humanos han comenzado a visibilizar la situación y a exigir que se respeten los derechos del gendarme detenido.