En un contexto marcado por tensiones entre el Gobierno y los empresarios, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, cancelaron su participación en la 30° Convención Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), a pesar de haber confirmado previamente su presencia. La decisión fue atribuida a "cuestiones de agenda".
El evento, que se llevará a cabo este martes en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, se desarrollará bajo el lema:
"Una industria productiva en un país competitivo".
Contará con la presencia de gobernadores, líderes empresariales y referentes internacionales. El objetivo será "trazar una hoja de ruta para potenciar el desarrollo industrial basado en la competitividad y la productividad". En representación del Ejecutivo asistirá el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo.
La UIA destacó en su convocatoria los desafíos que enfrenta la industria nacional:
"La presión tributaria, los altos costos logísticos y energéticos, la falta de financiamiento, las asimetrías regionales y la ausencia de políticas que incentiven la inversión nacional afectan directamente la competitividad".
A pesar de los avances en innovación, sustentabilidad y tecnología que han posicionado a la industria argentina como una de las más productivas de la región, los empresarios subrayan que estos problemas estructurales limitan su crecimiento.
Funes de Rioja: críticas a la política económica
El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, cuestionó recientemente la eliminación de impuestos para compras en el exterior, argumentando que estas medidas desincentivan la producción nacional:
"Nadie le tiene miedo a la competencia, pero tiene que haber una cancha equilibrada. Pedimos las mismas condiciones".
Además, Funes de Rioja destacó la necesidad de estabilidad macroeconómica y reglas claras que integren a Argentina en el comercio global, señalando que otros países defienden activamente su producción local.
Tensiones previas entre el Gobierno y la industria
La relación entre el Gobierno y la UIA se tensó desde septiembre, cuando el presidente Milei criticó duramente al sector industrial durante la celebración del Día de la Industria. En esa ocasión, afirmó:
"La industria quedó subordinada a la sobreprotección del Estado con subsidios, créditos y aranceles para competir, lo que generó una relación de tutela viciosa".
Además, Milei acusó que esta dinámica ha perjudicado tanto al campo como a la industria misma:
"Para proteger a la industria se le robó al campo, y esa protección solo generó un sector industrial adicto al Estado".
En las últimas horas, el Gobierno anunció que dejará de cobrar el 95% del anticipo del Impuesto PAIS a los importadores, lo que se suma a las medidas que han generado preocupación en el sector industrial por su impacto en la competitividad local.