Luego de confirmarse un derrumbe histórico en la cobertura de vacunación infantil en la Argentina, un nuevo factor encendió la alarma en la comunidad científica: una convocatoria prevista para el 27 de noviembre en el Congreso para debatir el "rol de la vacunación". Especialistas consideran que el encuentro podría "provocar reticencia a vacunarse en la comunidad o dudas respecto al valor de las vacunas". En provincias del norte, como Catamarca, el retroceso en los esquemas obligatorios genera preocupación adicional por el riesgo de reintroducción de enfermedades prevenibles.
A través de un comunicado, las sociedades de Infectología, de Medicina, de Pediatría, de Microbiología, de Virología y de Infectología Pediátrica calificaron el evento como "tendencioso e inequitativo". Sostuvieron que es "imperioso continuar con el compromiso de nuestro país con la salud pública, reconociendo las vacunas como bien fundamental para la comunidad".
La iniciativa, titulada "¿Qué contienen realmente las vacunas COVID-19?: Perspectivas Legales, Políticas, Genéticas e Infectológicas", es impulsada por la diputada nacional Marilú Quiroz, legisladora chaqueña cuyo mandato concluye el 10 de diciembre.
En una entrevista reciente, Quiroz expresó su rechazo a la "vacunación obligatoria y compulsiva". "Yo tengo que ser libre de hacer lo que sienta que tenga que hacer, no me pueden ir a buscar con la policía para que me vacunen", sostuvo. También afirmó que "todos vamos como rebaño" y defendió prácticas como tomar sol o caminar descalzo como formas de promover la salud. "La Anmat no es un sinónimo de seguridad", concluyó durante un stream.
Caída en la cobertura de vacunación infantil
En 2024, la Argentina registró un desplome inédito en la vacunación infantil: menos de la mitad de los niños recibió las dosis obligatorias del esquema de 5 a 6 años, y un retroceso similar se observó entre los preadolescentes de 11 años. Las cifras encendieron alarmas en todo el sistema sanitario.
Los especialistas advierten que este escenario expone al país a la reaparición de enfermedades graves como polio, sarampión, coqueluche y meningococo, que solo se mantienen controladas con altas tasas de inmunización. En provincias con sistemas sanitarios más frágiles, como las del norte argentino, el impacto podría ser mayor.
Entre 2009 y 2019, la cobertura del refuerzo contra la poliomielitis nunca bajó del 84% en niñas y niños que ingresaban a la primaria. Pero en 2024 la cifra cayó al 47,6%, un mínimo histórico. Aunque la enfermedad está erradicada en el país, su presencia en otras regiones del mundo vuelve real el riesgo de reintroducción.
La caída también alcanzó a la triple viral —que protege contra paperas, rubéola y sarampión—, cuyo registro pasó de niveles cercanos al 90% a apenas 46,7%.
Advertencia de la OPS
El esquema para preadolescentes mostró reducciones adicionales, con una baja significativa en la vacuna contra el HPV, que llegó solo a la mitad de quienes debían recibirla.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que las coberturas deben mantenerse por encima del 85% para evitar brotes. Sin embargo, la Argentina se encuentra muy por debajo de ese umbral, con cifras hoy cercanas al 50%. Según especialistas, el retroceso se vincula con fallas en el seguimiento, confusión entre algunos profesionales y déficits de comunicación pública sobre la importancia del calendario obligatorio.