Nahuel Gallo camina algo encorvado a través de lo que parece ser un campo deportivo. Luce una barba de varios días y está vestido todo de celeste, el color que distingue a los presos bajo proceso en Venezuela para diferenciarlos de los que ya cargan con una sentencia firme, que usan el amarillo.
La imagen fue divulgada el 2 de enero por el gobierno chavista mediante una serie de videos viralizados en las redes sociales. Fue la primera prueba de vida sobre el gendarme argentino, detenido hace exactamente un mes, el 8 de diciembre pasado, tras ingresar al país por vía terrestre desde Colombia.
Desde entonces nadie sabe dónde está recluido. Ni su familia, ni sus abogados, ni el gobierno argentino. No tuvo contacto con nadie más allá de sus captores y otros detenidos. Los investigadores argentinos no lograron hasta ahora avances concretos en sus intentos de identificar dónde fueron grabadas las imágenes que se observan en el video a través de un sistema de geolocalización, dijeron desde Ministerio de Seguridad de la Nación.
Se sospecha que estaría en la cárcel de El Rodeo, en las afueras de Caracas.
Recién un mes después de su arresto, Nicolás Maduro precisó la causa de su detención: en un discurso transmitido por la televisión nacional, acusó este lunes al gendarme de planear el asesinato de la vicepresidenta Delcy Rodríguez por orden del gobierno de Javier Milei, según afirmó. Lo hizo en vísperas de su jura por un nuevo mandato presidencial de seis años, prevista para este viernes, entre una creciente tensión interna y un aumento de su aislamiento internacional por su contestado triunfo en las elecciones del 28 de julio.
Más detenciones
La tensión en Venezuela alcanza niveles críticos a días de la toma de posesión de Nicolás Maduro para un nuevo mandato de seis años. El líder opositor Edmundo González Urrutia, reconocido por varios países como presidente electo, denunció el secuestro de su yerno por parte de hombres encapuchados. Por su parte, el gobierno de Maduro anunció la detención de siete mercenarios extranjeros, entre ellos dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos.
En un mensaje difundido en X (anteriormente Twitter), González detalló que su yerno fue interceptado por individuos vestidos de negro mientras llevaba a sus nietos a la escuela. A su vez, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó el hecho como un acto de presión política y exigió la liberación inmediata del familiar de González.
Maduro denuncia un plan de desestabilización
El presidente Nicolás Maduro anunció la detención de siete personas acusadas de planificar ataques terroristas en Venezuela. Según el mandatario, entre los capturados se encuentran "dos importantes mercenarios estadounidenses" y otros individuos vinculados a Colombia y Ucrania.
Las calles de Caracas reflejan un clima de incertidumbre. La capital venezolana presenta un fuerte despliegue de seguridad, con milicianos armados, controles policiales y tanquetas en puntos clave. La líder opositora María Corina Machado denunció que agentes del gobierno rodearon la casa de su madre y sobrevolaron la zona con drones.
Expectativa por el 10 de enero
La oposición convocó una protesta nacional para el día previo a la toma de posesión de Maduro. La líder opositora María Corina Machado confirmó su asistencia, subrayando la importancia histórica de esta jornada.
El recuerdo de las protestas pasadas, que dejaron más de 2.400 detenidos, sigue presente en la memoria colectiva. A pesar de la reciente liberación de 1.515 personas, organizaciones como Foro Penal denuncian que aún hay 1.795 detenidos por motivos políticos en Venezuela.