La vicepresidenta Victoria Villarruel utilizó sus redes sociales para aclarar su postura frente a los crecientes rumores de un posible armado político por fuera de La Libertad Avanza. A través de un extenso comunicado, afirmó que solo tomaría una decisión de este tipo si el presidente Javier Milei se lo solicitara expresamente, reafirmando su compromiso con el espacio desde su fundación.
Villarruel destacó su lealtad hacia Milei, recordando los momentos en que ambos enfrentaron al kirchnerismo como diputados. "Nos hacían la vida imposible, pero sabíamos que el destino de la Argentina era brillante", escribió, evocando los orígenes del movimiento libertario.
Además, apuntó contra ciertos sectores políticos que habrían intentado apropiarse de sus ideas, reafirmando su postura en contra de la moderación:
"No estoy participando de ningún armado político, y cuando lo haga, será donde el presidente Milei me lo pida."
Tensiones internas
El mensaje de Villarruel llega en un contexto de tensiones dentro del oficialismo, intensificadas por las declaraciones recientes del presidente Milei, quien aseguró que la vicepresidenta "no forma parte de las decisiones del Gobierno" y la vinculó con sectores de la "casta" política. Este comentario reavivó los rumores de fractura en la alianza presidencial.
La relación entre ambos también se tensó por la controvertida expulsión del senador Edgardo Kueider. Mientras Villarruel presidía la sesión en el Senado, Milei estaba de viaje en Italia, lo que generó cuestionamientos sobre la legalidad de la reunión. Desde Balcarce 50, fuentes del Gobierno sostienen que Villarruel estaba al tanto del viaje, mientras que su entorno señala a Karina Milei como responsable de las demoras en el traspaso de mando.
La salida de Kueider ha sido considerada un golpe para el oficialismo, ya que el senador había sido un aliado clave en el Congreso. Su expulsión, motivada por su arresto en Paraguay al intentar cruzar con más de 200 mil dólares sin declarar, dejó al bloque gobernante en una posición más vulnerable. La disputa sobre la constitucionalidad de la sesión que decidió su remoción ha exacerbado las divisiones entre las máximas figuras del Gobierno.
Aunque Villarruel ha ratificado su compromiso con Milei y su rol en el oficialismo, las tensiones evidencian grietas en la conducción política del país. Con acusaciones cruzadas y desafíos legislativos, el Gobierno enfrenta un contexto cada vez más complejo para mantener la cohesión en su coalición y avanzar en su agenda.