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Comerciante denuncia agresiones de estudiantes de un instituto privado: "Tengo miedo por mi vida"

La dueña de una verdulería denuncia que desde hace aproximadamente un mes y medio sufre acoso verbal y físico por parte de estudiantes del Instituto San Mateo. A pesar de presentar denuncia ante la Judicial y exponer el hecho ante la institución, la situación persiste, por lo que teme por su seguridad.

Foto: Judith Rojas - La Unión.
Foto: Judith Rojas - La Unión.

06 Septiembre de 2023 14.20

Sandra, propietaria de la verdulería "El Rey", ubicada en República 1188, casi esquina Alem, dio a conocer una denuncia que realizó días atrás ante la Policía Judicial debido a las agresiones que sufre por parte de un grupo de estudiantes del Instituto San Mateo. Estos incidentes han ido escalando hasta llegar al punto de recibir agresiones físicas.

En diálogo con LA UNIÓN, Sandra detalló los incidentes que la llevaron a presentar la denuncia. Según sus declaraciones, el acoso comenzó hace más de un mes y medio, cuando un grupo de estudiantes del Instituto San Mateo, identificables por su uniforme azul y celeste, comenzaron a pasar frente a su verdulería insultándola. Los malos tratos son de parte de alrededor de 8 jóvenes de 19, 20, 28 e incluso personas de hasta 35 años. 

"Yo ya había hecho una denuncia, el lunes, por agresión acerca de los estudiantes del Instituto San Mateo. Todos los días pasan agrediendo y diciéndome cosas obscenas. Yo no los conozco, no sé quiénes son, sólo sé que son de ese instituto porque pasan con el uniforme azul y celeste, es el uniforme de ellos", declaró Sandra.

La situación se agravó cuando su hermana, al presenciar una de las agresiones, fue hasta el Instituto San Mateo y le reclamó a la directora debido al acoso constante. Este acto desencadenó una respuesta violenta por parte de cuatro chicas, estudiantes del instituto, que la agredieron dentro de su verdulería. Según relato afirmó, estas jóvenes se identificaron como hijas de personas influyentes y amenazaron con cerrar su negocio. "Me pegaron dentro de la verdulería, yo hice la denuncia respecto a esto", agregó.

Además, expresó que desde la institución tampoco brindaron una solución, ni brindaron colaboración. "Ya se habló reiteradamente, hasta mi marido fue hablar con la directora y no tenemos una respuesta porque ella no te da ni dato de las personas agresoras", afirmó.

Tras denunciar esto en la institución, también presentó la correspondiente denuncia en la judicial, pero las agresiones verbales y físicas continuaron. 

El acoso no solo afecta a Sandra, sino también a su negocio, ya que los estudiantes gritan, escupen y causan disturbios frente a su verdulería, la fuente de sus ingresos. Su preocupación llegó a niveles alarmantes, ya que ahora teme por su seguridad y la posibilidad de un ataque aún más grave. "Tengo miedo de que atenten contra mi vida, es más, los hago responsable tanto a la Justicia como a ellos", declaró.

Sandra pide que las autoridades tomen medidas para detener este acoso y, así, recuperar la seguridad y la tranquilidad que necesita para operar su negocio sin temor.

Sin embargo, hasta el momento, la Justicia no le brindó solución alguna y le pidió que tome registro fílmicos para poder actuar, lo que la dejó con la sensación de impunidad. Sospecha que la razón por la que no actúa es por el estatus social de los acosadores.

 "Estos chicos son de la Escuela San Mateo, de acá de República antes de llegar a la 9 de Julio y yo veo que es un hobby para ellos pasar a molestarme e insultarme acá en mi negocio”, expresó. “Ya se le hizo costumbre pasar a molestar a la verdulera, porque ellos son los 'hijos de' y me gustaría que la Justicia tome cartas en el asunto y una vez por todas frene esto", agregó indignada.

A continuación, relató el episodio que le tocó vivir durante la mañana: “Hoy pasó un grupo de ellos, más que todo masculinos, también burlándose por el lado mío, donde yo trabajo, como si fuera que esto fuese un juego y que ellos son dueños de hacer lo que quieren”.

Sandra solo busca trabajar tranquila y, hasta el momento, no obtuvo solución por parte de la institución privada, ni de las autoridades. Habrá que ver si, en los próximos días, le brindan respuestas para poder así recuperar la tranquilidad que le robaron.