Cada 18 de mayo, Argentina celebra el Día de la Escarapela, una fecha que honra a esta emblemática insignia nacional, popularmente utilizada en actos patrios y festividades escolares. Aunque no es reconocida oficialmente como un símbolo patrio como el escudo, el himno o la bandera, la escarapela tiene un profundo significado histórico y cultural para los argentinos.
El origen de la escarapela
El nacimiento de la escarapela se remonta a 1812, en plena lucha por la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Fue el general Manuel Belgrano, entonces jefe del Regimiento de Patricios, quien impulsó su creación. Durante una misión en el río Paraná, Belgrano solicitó al Primer Triunvirato el permiso para usar un distintivo que diferenciara a sus tropas de las fuerzas realistas.
El 13 de febrero de ese año, presentó la solicitud formal, y tras obtener el visto bueno, diseñó una escarapela con los colores celeste y blanco. Si bien existen diversas teorías sobre la elección de estos tonos, algunos historiadores sugieren que Belgrano se inspiró en el cielo argentino, mientras que otros lo asocian a la devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
En sus primeros años, la escarapela era utilizada exclusivamente por soldados en combate, pero con el tiempo se extendió a toda la población, convirtiéndose en un símbolo de identidad nacional. Apenas unos días después, el 27 de febrero de 1812, Belgrano también creó la bandera nacional, consolidando los colores celeste y blanco como íconos de la naciente patria.
Por qué se celebra el 18 de mayo
Curiosamente, el Día de la Escarapela no coincide con la fecha de su creación. Fue establecido oficialmente el 18 de mayo de 1934, a partir de una propuesta de los docentes Carmen Cabrera, Benito A. Favre y Antonio Ardissono, quienes sugirieron celebrarlo el 20 de mayo. Sin embargo, el Consejo Nacional de Educación modificó la fecha para que coincidiera con el inicio de la Semana de Mayo, un periodo crucial en la historia argentina que culmina el 25 de mayo con la conmemoración de la Revolución de 1810.
¿Cuándo se usa la escarapela?
Aunque el 18 de mayo es el día por excelencia para lucir la escarapela, su uso es común en otras fechas patrias como el Día de la Independencia (9 de julio) y el Día de la Bandera (20 de junio). En actos escolares, eventos oficiales y celebraciones cívicas, esta insignia es un símbolo de identidad y pertenencia.
La escarapela tradicionalmente se lleva en el lado izquierdo del pecho, cerca del corazón, y aunque sus colores clásicos son el celeste y blanco, existen versiones que incorporan el amarillo en alusión al sol de la bandera. Pueden presentarse en diferentes formatos, como listones, moños o pequeños círculos de tela, adaptándose a los gustos y estilos de cada época.
Un emblema que trasciende generaciones
A más de 200 años de su creación, la escarapela sigue siendo un símbolo de orgullo nacional y un recordatorio de los valores que forjaron a la Argentina como nación libre y soberana.