Se conoce que los perritos de la calle deambulan por el centro y que buscan refugio en donde pueden para descansar de sus largas caminatas. Siempre se quedan en donde se sienten seguros y a resguardo. Para confirmar esto, la imagen captada por un lector de La Unión, lo dice todo.
Esta mañana, este callejerito dormía plácidamente sobre la noble alfombra a metros de la Imagen y las reliquias del Beato Esquiú, en la Catedra Basílica "Nuestra Señora del Valle". El que sabe, sabe, dicen por ahí. Y en este caso, no pudo buscar mejor lugar que a los pies del ilustre fraile franciscano y a poquitos metros de la Madre del Valle.
Allí, dicen que estuvo un buen rato y que su sueño fue apacible, a pesar del ir y venir de los fieles a esa hora de la mañana.