Cuando dejas un tomate en la heladera por muchos días, el mismo se llena de hongos y moho, y esto nos lleva a tener que tirar este ingrediente.
Debes saber que, por más de que cortes la parte que tiene hongos, las raíces de este moho se sigue expandiendo por el resto del tomate, por lo que es muy arriesgado consumirlo.
En la siguiente nota te diremos cómo puedes evitar que el tomate se llene de hongos. Presta atención al paso a paso y disfruta de tus frutas y verduras intactas por mucho más tiempo.
¿Cómo evitar que el tomate se llene de hongos en la heladera?
Los tomates tienen que guardarse en el cajón de la heladera, y siempre con el tallo boca abajo y separados entre sí. Los tomates maduros se conservan mejor en el refrigerador, mientras que los verdes pueden madurar a temperatura ambiente.
Te aconsejamos evitar guardar los tomates en bolsas, ya que pueden generar humedad y acelerar su deterioro. Otra opción que nunca falla es guardar los tomates secados.
¿Cómo secar tomates?
Deshidratar o secar los tomates es una técnica tradicional que permite conservarlos durante meses y que además permite tenerlos a mano incluso en épocas de baja producción.
El proceso o el paso a paso es lento, pero de esta manera podrás conservar el sabor del tomate por mucho más tiempo. Los tomates deshidratados pueden envasarse con aceite o guardarse en un lugar oscuro, lo que les permitirá durar hasta un año.
El primer paso es precalentar el horno a 130° o 110° (convección). A continuación tendrás que cortar los tomates por la mitad horizontalmente y colocarlo con el lado cortado hacia arriba en una o dos bandejas de horno, sin amontonarlos unos sobre otros. Agrega sal y pimienta. Hornea los tomates durante aproximadamente 4 horas o hasta que estén arrugados.