Historias que conmueven: le dieron el alta en el Malbrán, hubo emoción y abrazos infinitos

La de Noelia puede ser la historia de cualquiera de los miles de catamarqueños y catamarqueñas, que pasaron por el dolor, el miedo, la angustia que provoca el Covid-19 para luego dar el salto lleno de esperanza que la devolvió a los brazos de sus seres queridos.

Se contagió como muchos y la pasó mal como otros tantos. El cuadro fue leve hasta que la saturación le jugó en contra y esto la llevó a ser internada en el Hospital "Carlos G. Malbrán". 

Allí comenzó no sólo la angustia de ella sino también la del esposo, los hijos, los padres, amigos y conocidos. Y en medio del torbellino que implica esta enfermedad y que lamentablemente, ya muchos conocen, también se comienzan a generar acciones que ayudan a sanar y hacer más llevadero este trance.

En el caso de Noelia y su familia, un grupo grande de amigos se pusieron al hombro o entre sus manos, correspondería decir, y comenzaron una cadena de oración a la que sumaron no sólo a ella sino a otros amigos que circunstancialmente estaban pasando por el coronavirus.

Y la oración fue incansable y de esa manera se le fue haciendo frente a la falta de oxígeno, a la desesperación y al dolor de estar lejos de sus seres queridos.

En el medio y no menos importantes, los cuidados y el ánimo que le brindaron en el Malbrán.

Y la historia de Noelia hoy tuvo su final feliz. Llegó el momento del alta, esa que tanto esperaba. Y como le pasó a ella y a tantos otros, el cariño y el aliento de los trabajadores del Monovalente una vez más estuvo para dar el último empujoncito. 

Hubo aplausos, lágrimas y el abrazo interminable con su madre. La misma que esperaba las cuatro de la tarde para poderla visitar y darle la cuota de confianza que algunos días le había estado faltando. Ahora Noelia celebra el reencuentro y avisa que hay que seguir cuidándose, porque la enfermedad asusta pero también ayuda a reencontrarse con lo mejor de toda una comunidad.