Cuando llega el frío, muchas plantas entran en modo pausa, otras sufren y algunas, lamentablemente, no logran resistir. Pero no te preocupes, los viveristas tienen sus trucos para que incluso las especies más delicadas puedan pasar el invierno sin problemas.
Uno de los secretos más importantes es la adaptación paulatina. Al igual que nuestro cuerpo se acostumbra al frío con el tiempo, las plantas también pueden fortalecerse si las exponemos lentamente a temperaturas más bajas. Esto se llama endurecimiento y consiste en moverlas a lugares más protegidos y reducirles el riego poco a poco, permitiendo que se adapten sin shock.
Un consejo útil para cuidar tus plantas en casa es no trasladarlas de golpe cuando empieza el frío. En lugar de eso, colócalas en sitios más resguardados y disminuye gradualmente el riego. Además, un truco del ingeniero agrónomo Carlos Boschi es agregar una cucharada de vinagre de alcohol a cada tres litros de agua de riego. Esto ayuda a bajar el pH del suelo, dificultando la germinación de hongos que pueden aparecer en invierno, y evita que el follaje quede mojado toda la noche, lo cual puede ser perjudicial.
Otra clave para proteger las raíces es el mulching, que consiste en cubrir la tierra con hojas secas, paja, corteza triturada o incluso pedacitos de cartón. Esto funciona como un abrigo natural para el suelo, manteniendo las raíces a salvo del frío extremo.
Por último, para las especies más sensibles, que no soportan ni una mínima helada, los viveristas recomiendan usar mallas antiheladas, plásticos perforados o incluso estructuras improvisadas con botellas cortadas o cajas de cartón, que actúan como pequeños invernaderos caseros.
Con estos sencillos trucos, tu jardín estará mejor preparado para afrontar el invierno y tus plantas podrán resistir las bajas temperaturas con éxito.