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Los 3 productos caseros que secan las plantas de inmediato y no deberías usar jamás

De acuerdo con el Centro Nacional de Información Biotecnológica, su aplicación directa no combate plagas ni hongos de manera efectiva, sino que únicamente debilita y seca el follaje.

20 Septiembre de 2025 09.02

En el cuidado de las plantas solemos enfocarnos en el riego, la exposición al sol y el agregado de nutrientes. Sin embargo, pocas veces pensamos en lo que no deberíamos aplicarles. Existen productos cotidianos que, aunque parezcan inofensivos y hasta "naturales", pueden resultar devastadores para el jardín si no se usan de forma adecuada.

Lejos de proteger, provocan daños irreversibles en hojas, tallos y raíces, si se usan en exceso pueden llegar a secar por completo una planta en cuestión de horas.

Los tres productos caseros que dañan las plantas

1. Sal común

El exceso de sodio es letal para las plantas. La sal actúa absorbiendo la humedad de las células vegetales, lo que genera una rápida deshidratación. Basta con una pequeña cantidad sobre el suelo o el tallo para bloquear la absorción de agua y detener el crecimiento.

2. Vinagre

Si bien es útil en la limpieza del hogar, su acidez resulta destructiva en el ámbito vegetal. Aplicado directamente sobre hojas o raíces, provoca quemaduras visibles y altera el pH del suelo. Como consecuencia, la planta pierde su capacidad de nutrirse y comienza a marchitarse en poco tiempo.

3. Bicarbonato de sodio

Aunque se lo asocia con usos domésticos y remedios caseros, en jardinería puede ser contraproducente si se aplica en exceso. Al depositarse en hojas y tallos, forma una capa que interfiere en la respiración de la planta. Además, modifica el equilibrio químico de la tierra y genera un entorno hostil para el desarrollo de raíces y nuevos brotes.

Por qué no conviene usarlos en jardinería

El denominador común entre estos tres ingredientes es su efecto desecante cuando se aplican sin diluir. A diferencia de productos diseñados para controlar plagas o enfermedades, la sal, el vinagre y el bicarbonato no actúan de forma selectiva: dañan la estructura de la planta y aportan muy pocos beneficios.

El problema no se limita al daño inmediato: al permanecer en el suelo, estos compuestos pueden alterar la microbiota natural y reducir la fertilidad de la tierra, lo que dificulta que nuevas especies prosperen en esa zona.

Existe la creencia de que todo lo "natural" es inocuo. Sin embargo, estos tres ejemplos demuestran lo contrario: ser ingredientes comunes y de uso cotidiano no garantiza que sean adecuados para la jardinería.

Para mantener un jardín sano en primavera y todo el año, lo fundamental es evitar estos falsos remedios caseros y optar por técnicas seguras y productos diseñados específicamente para el cuidado vegetal.