Ola de calor y ejercicio: las claves para entrenar sin riesgo ante las altas temperaturas
Con el inicio del verano y marcas térmicas que podrían superar los 37 grados, especialistas recomiendan ajustar horarios, intensidad y hábitos de hidratación y alimentación para evitar golpes de calor, deshidratación y otros riesgos asociados a la actividad física.

El próximo domingo comienza oficialmente el verano y, con él, una suba progresiva de las temperaturas que obliga a extremar cuidados, especialmente al momento de realizar actividad física al aire libre o en espacios poco ventilados. Frente a este escenario, especialistas en salud y deporte insisten en la necesidad de adaptar rutinas, horarios e intensidad del ejercicio para reducir los riesgos que genera el calor extremo sobre el organismo.

Según un informe del Servicio Meteorológico Nacional, para este viernes se espera una temperatura máxima de 37 grados en Catamarca. Durante el fin de semana, en tanto, las marcas térmicas oscilarán entre los 36 y los 33 grados. Sin embargo, con el inicio del verano, los pronósticos anticipan que en la próxima semana los registros podrían superar los 35  grados y más, lo que incrementa el riesgo de deshidratación, golpes de calor y agotamiento físico.

Ante este contexto, la Dra. María Alejandra Angrisani, médica cardióloga y especialista en medicina del deporte (M.N. 136.393), remarcó la importancia de no suspender la actividad física, pero sí de realizarla de manera consciente y adaptada a las condiciones climáticas. "Hay que hacer actividad, independientemente de la temperatura. Lo importante es elegir un horario en el que el calor no sea tan extenuante. En general, se trata de optar por horarios de la mañana temprano o de la nochecita", explicó.

En ese sentido, la especialista recomendó evitar el horario comprendido entre las 10:00 y las 16:00, considerado el período de mayor exposición al calor y a la radiación ultravioleta. "Son las horas más calurosas del día, el riesgo de deshidratación es mucho mayor y además coincide con el pico de radiación UV", advirtió.

Otro de los puntos clave tiene que ver con el tipo de entrenamiento. Durante el verano, Angrisani aconseja no realizar ejercicios extenuantes y prolongados, sino priorizar rutinas más cortas, frecuentes y con intensidades moderadas. "Aumentar la frecuencia de los descansos durante las sesiones permite que el cuerpo se recupere mejor y logre enfriarse", señaló.

La hidratación ocupa un rol central en épocas de altas temperaturas. "Con el calor aumenta la transpiración y aparece una mayor sensación de fatiga debido a la pérdida de líquidos. Es fundamental ingerir líquidos con frecuencia y aportar electrolitos", explicó la médica. En este punto, aclaró que entrenar en horas de mayor calor no implica quemar más calorías, sino perder líquidos y sales minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.

Durante la actividad física, la especialista recomendó hidratarse incluso sin sensación de sed, buscar espacios con sombra siempre que sea posible y evitar el consumo de alcohol. "El alcohol aumenta la diuresis y la sudoración, lo que favorece la deshidratación", alertó.

Finalmente, Angrisani también se refirió a la alimentación y la vestimenta. En verano, aconsejó una alimentación fraccionada, con porciones pequeñas distribuidas a lo largo del día, priorizando frutas y verduras, y evitando comidas copiosas, pesadas o muy calientes. En cuanto a la indumentaria, sugirió utilizar ropa clara y liviana, gorra o visera para proteger la cabeza y el rostro, y aplicar protector solar para reducir los efectos de la radiación solar.