Desde su creación en 1873, los jeans se han convertido en una de las prendas más populares del mundo, pero pocos conocen el verdadero propósito de los pequeños botones metálicos que suelen encontrarse en los bordes de los bolsillos delanteros. Aunque hoy son considerados un detalle estético, su función original era puramente práctica.
Un invento para resistir el desgaste
El uso de remaches en los jeans se remonta a fines del siglo XIX, cuando los pantalones vaqueros se diseñaban exclusivamente como ropa de trabajo para mineros, agricultores y obreros. Fue el sastre Jacob Davis, en colaboración con Levi Strauss, quien en 1873 introdujo los refuerzos metálicos para solucionar un problema común: las costuras se rompían con facilidad en las zonas de mayor tensión, como los bolsillos y las uniones laterales.
Fabricados originalmente en cobre, estos pequeños botones ayudaron a prolongar la vida útil de los jeans, evitando que las telas se desgastaran rápidamente en los puntos más vulnerables. Con el tiempo, los remaches se convirtieron en un símbolo del diseño clásico de los jeans, que se mantiene hasta hoy a pesar de las mejoras tecnológicas en la industria textil.
El origen del bolsillo pequeño
Otra curiosidad del diseño de los jeans es el pequeño bolsillo adicional que se encuentra dentro del bolsillo delantero derecho. Aunque hoy en día muchos lo ven como un simple adorno, en realidad fue creado para proteger los relojes de bolsillo que eran populares en el siglo XIX.
Si bien hoy en día pocos utilizan relojes de bolsillo, este pequeño compartimento sigue siendo parte del diseño tradicional de los jeans, un recordatorio de los orígenes prácticos de esta prenda que ha evolucionado hasta convertirse en un ícono global.
Se estima que más del 70% de la población mundial posee al menos un par de jeans, lo que equivale a unos 5.600 millones de personas en todo el planeta, según cálculos recientes.