Lavar los platos puede ser una de las tareas más rutinarias y tediosas del hogar. Por eso, cada vez más personas recurren a soluciones simples y naturales que agilizan el proceso, como el uso del vinagre blanco, un recurso frecuente en cocinas de todo el país, incluida Catamarca. Este truco casero permite remover suciedad más rápido y mejorar la higiene sin necesidad de productos costosos.

El vinagre es un ácido natural que puede obtenerse por dos vías. El vinagre fermentado se produce dejando restos de frutas fermentar hasta que los microorganismos transforman los azúcares en alcohol y luego en ácido acético. El vinagre de limpieza, en cambio, se obtiene destilando ese ácido acético, lo que da como resultado un producto mucho más concentrado —con una acidez del 10%— y no apto para consumo.

Qué significa lavar los platos con vinagre

El uso de vinagre en la limpieza de la vajilla tiene un principio sencillo: es un desinfectante y desengrasante natural. Al añadir una cucharada de vinagre de limpieza al detergente, la suciedad se desprende con mayor facilidad. También puede rociarse directamente sobre los platos antes de lavarlos o utilizarse en un remojo con agua y vinagre para ablandar restos de comida.

Además, el vinagre blanco ayuda a eliminar manchas de salsa o pigmentos que suelen quedar adheridos en recipientes plásticos. Por su acción ácida, devuelve brillo y neutraliza olores.

Otros usos del vinagre en la cocina

El vinagre destilado, siempre diluido y utilizado con precaución, puede servir para múltiples tareas domésticas:

• Desengrasar ollas, sartenes y fuentes de horno, especialmente si se combina con bicarbonato.
• Limpiar pisos, paredes y mesadas para remover hongos, bacterias y manchas.
• Destapar y desodorizar cañerías, gracias a su capacidad para disolver residuos acumulados.
• Un ingrediente accesible, versátil y eficaz, ideal para sumar a la rutina de limpieza diaria.