• Dólar
  • BNA $836 ~ $876
  • BLUE $990 ~ $990
  • TURISTA $1337.6 ~ $1337.6

33 C ° ST 34.53 °

Unión Radio 91.3 en vivo

Salta

Un joven wichí creó una app que traduce el castellano a su idioma y está entre los 50 mejores estudiantes del mundo

Maxi programó la aplicación para celulares desde un teléfono viejo y una netbook del Gobierno. Se capacitó con tutoriales de YouTube y con libros de la biblioteca de su pueblo. Fue nominado por una fundación que seleccionó a 3.500 chicos de todo el mundo.

11 Noviembre de 2021 01.29

Maximiliano Sánchez está entre los 50 mejores estudiantes del mundo según la Unesco y la Fundación Varkey. Eso sólo ya es un logro extraordinario. Pero si agregamos que Maxi vive en una casa hecha de bolsas y chapa, que no todos los días come y que es wichí, una etnia históricamente postergada en el país, su logro se multiplica por 100. O por un millón.

El joven fue nominado al Global Student Prize, premio que otorga como recompensa al ganador la suma de 100 mil dólares. Lo hizo por haber desarrollado una app para traducir del castellano al wichí desde el teléfono. Con muy pocos recursos y prácticamente sin ayuda, Maxi construyó esta aplicación desde un desvencijado teléfono y una computadora de las que da el Gobierno.

Maxi vive con su abuela en una comunidad wichí junto con 200 familias, muy cerca de General Mosconi, en el norte de Salta. Su casa está hecha de pilotes de madera, paredes de bolsas y techo de chapa. En ese lugar del país donde todavía hoy los niños mueren de desnutrición y la temperatura en verano llega fácilmente a los 45 grados Maxi programó su aplicación para celulares.

En esa parte de la provincia de Salta las condiciones son extremas, la comida escasea y el agua se corta cuando el verano arrecia. Como la escuela secundaria está en el pueblo Maxi tiene que caminar más de media hora. Sin embargo, nada de eso lo frenó.

Maxi se capacitó solo con tutoriales de YouTube y con algunos libros de la biblioteca del pueblo. Pero cuando accedió al conocimiento no lo puso al servicio de cualquier desarrollo. No hizo un juego, por ejemplo. Y aunque eso no hubiese tenido nada de malo, él hizo algo distinto. Hizo un diccionario, porque sabe el peso que tiene el lenguaje en el sostenimiento de su cultura.

Maxi contó que le daba mucha pena cuando algún anciano de su comunidad se moría. No sólo por lo que significaba ese ser humano en particular, sino por toda la sabiduría que se llevaba con él. Es también por eso que creó un app para traducir al wichí. Porque si el lenguaje muere, también muere la cultura.

Cuando abrieron las postulaciones al premio 3500 chicos fueron seleccionados en 92 países por la Fundación Varkey, una ONG global de directores de escuela y expertos en educación, creada con el objetivo de fortalecer los roles de liderazgo en las escuelas. El proceso de selección Maxi continúo y Maxi quedó seleccionado entre los 50 mejores, muy cerca de ganar los 100 mil dólares.

Cuando le preguntaron qué le hubiese gustado hacer en el caso de ganar el gran premio, expresó lo que él pensaba y sentía. Para un Wichí lo primero es la comunidad, y en consonancia con eso, Maxi dijo que le hubiese gustado construir una escuela secundaria dentro de la Misión Wichí.

Es que para llegar a la escuela secundaria del pueblo los chicos wichis tienen que caminar 45 minutos y hasta 1 hora. La escasa vegetación en la zona no ofrece resguardo y hacer ese recorrido con 45 grados de calor no es para cualquiera. Maxi lo hizo y lo hace, pero no todos pueden. Y es así como la deserción escolar es endémica en la zona. Una escuela bilingüe dentro de la comunidad sería un gran avance.

Finalmente el premio en metálico (los 100 mil dólares) lo consiguió un estudiante de 21 años de la Universidad de Durham, en Inglaterra, por sus estudios para combatir la pobreza energética. Pero esto no quiere decir que Maxi haya perdido. Todo lo contrario, haber competido en el concurso le cambió la vida.

En el camino viajó a Buenos Aires, donde fue recibido por el propio Presidente de la Nación en la Casa Rosada. Visitó la cancha de River, el club de sus amores. La Universidad Católica de Salta le otorgó una beca para cursar estudios universitarios y ya está a un paso de que se concrete su idea de darle una escuela secundaria a su comunidad.

La mirada del otro, en este caso de la maestra que lo propuso, de la fundación que otorgaba el premio, de la comunidad que pudo ver su esfuerzo, lo cambió.