El fútbol argentino despide a uno de sus grandes referentes. Miguel Ángel Russo, reconocido por su templanza, su vocación de trabajo y su legado en numerosos equipos del país, falleció este miércoles 8 de octubre a los 69 años. Boca Juniors, institución con la que alcanzó la gloria al consagrarse campeón de la Copa Libertadores 2007, confirmó que el velatorio se llevará a cabo en la Bombonera, su estadio emblemático.
En un comunicado difundido en sus redes oficiales, el club informó que "este jueves, de 10 a 22 horas, abrirá sus puertas para despedir a Miguel Ángel Russo en el Hall Central de Brandsen 805. El velatorio continuará el viernes de 10 a 12 horas". Además, la institución pidió respetar la intimidad del momento: "Está prohibido tomar fotos o filmar en el lugar. Toda la comunidad del Club Atlético Boca Juniors acompaña a sus familiares y amigos en este momento de profundo dolor".
El presidente del club, Juan Román Riquelme, dispuso que Boca quede totalmente a disposición de la familia del entrenador para organizar la ceremonia. En principio, el velatorio se realizará en el hall central del estadio, un espacio cargado de historia y significado para los hinchas, donde se celebraron algunos de los momentos más emblemáticos de la vida xeneize.
Desde la dirigencia aclararon que, por estas horas, se están ultimando los detalles del operativo y la logística, ya que el ingreso principal del estadio se encuentra en obra. Sin embargo, remarcaron que el objetivo es garantizar un espacio ordenado y respetuoso para que los simpatizantes puedan despedirse de una de las figuras más queridas por la familia boquense.
El operativo contará con la colaboración de allegados al entrenador y personal del club, que trabajan contrarreloj para acondicionar el espacio donde se llevará a cabo el homenaje. Se espera una importante concurrencia de hinchas, exjugadores y colegas que deseen despedir al técnico que marcó una era.
Miguel Ángel Russo deja un legado indeleble no solo en Boca, sino también en el fútbol argentino. A lo largo de su carrera, dirigió a clubes como Estudiantes de La Plata, Rosario Central, Vélez Sarsfield y San Lorenzo, entre otros. Su estilo sereno, su compromiso con el grupo y su capacidad para construir equipos sólidos lo convirtieron en un referente respetado dentro y fuera del campo.
En la Bombonera, donde escribió una de las páginas más felices de la historia de Boca, se vivirá este jueves una jornada cargada de emoción. Será el último adiós a un hombre que, con humildad y liderazgo, supo ganarse un lugar eterno en el corazón del fútbol argentino.