La judoca argentina Paulo Pareto, medalla de oro en Río de Janeiro 2016, cerró este sábado su carrera olímpica sin podio pero con diploma y un reconocimiento unánime de la comunidad deportiva, luego de disputar cuatro combates en Tokio 2020 y caer en el último, un repechaje por la pelea del bronce.
La "Peque" perdió por waza-ari con la portuguesa Catarina Costa, a quien abrazó y felicitó sobre el tatami del Centro Nippon Budokan, en un gesto de generosidad que postergó sus sentimientos por realizar su última intervención en los Juegos.
Al retirarse del espacio de lucha, la argentina se fundió en un sentido abrazo con su entrenadora Laura Matinel, soltó lágrimas de emoción y luego recibió el cálido saludo de las autoridades de la delegación argentina, entre ellas, el presidente del Comité Olímpico (COA), Gerardo Werthein.
La "Peque" no pudo defender ese título en la capital de Japón pero asimiló "la tristeza" y agradeció por el apoyo recibiendo en el tramo final de su brillante carrera deportiva.
"Como a cualquier deportista, no me gusta perder, me entristece, pero no es tan malo un diploma olímpico. Objetivamente está bien", analizó con lágrimas ante los micrófonos del canal TyC Sports.
Pareto, de 35 años, reconoció a la portuguesa Catarina Costa, su vencedora en el combate de repechaje por la medalla de bronce, y rescató el esfuerzo empleado durante la jornada de competencia en Tokio.
"Ella es una chica divina, se lo merece. Yo no me veía compitiendo en estos Juegos pero fui fiel a mi principio de darlo todo", contó.
"Estoy muy contenta por todos los mensajes que recibí en esta semana, el cariño de la gente es algo que a mi me hace muy feliz. Me sentí muy querida y apoyada todos. No deja de sorprenderme", concluyó.