La ciudad de Washington se convirtió este viernes en el epicentro del fútbol mundial con el inicio de la ceremonia del sorteo del Mundial 2026. Desde las 14 (hora argentina), el Kennedy Center alberga un evento que se extenderá por aproximadamente 120 minutos y que definirá el camino que deberán recorrer las 48 selecciones participantes en la próxima Copa del Mundo, la primera de la historia con sede compartida entre Estados Unidos, México y Canadá.
La delegación argentina ya se encuentra parcialmente instalada en la capital estadounidense a la espera de la llegada del entrenador Lionel Scaloni. En representación del cuerpo técnico, Pablo Aimar y Walter Samuel arribaron en las últimas horas y se mostraron entusiasmados en la antesala del sorteo. Aimar, incluso, aprovechó la oportunidad para enviar un saludo especial a su Córdoba natal, en un gesto que rápidamente se viralizó entre los hinchas.
La expectativa en torno al sorteo no solo atraviesa a los simpatizantes, sino también al plantel y al cuerpo dirigencial encabezado por Claudio "Chiqui" Tapia. El presidente de la AFA llegó al Kennedy Center y participó de las instancias protocolares previas, donde dejó definiciones relevantes sobre el presente y el futuro de la Selección. Si bien Argentina concentra sus energías en la defensa del título obtenido en Qatar 2022, Tapia confirmó que ya existen conversaciones formales para renovar el contrato de Scaloni y su equipo de trabajo hasta 2030. El actual vínculo concluye a fines del próximo año, pero la dirigencia pretende garantizar continuidad y respaldo antes del comienzo de un ciclo que podría extender el proyecto por más de una década.
El sorteo de esta tarde tiene características especiales, no solo por el récord de 48 selecciones participantes, sino también por las estrictas reglas impuestas por la FIFA para evitar cruces prematuros entre equipos de la misma confederación. La única excepción es la UEFA, que contará con 16 representantes. Según lo estipulado, cada grupo deberá integrar al menos un equipo europeo y, como máximo, dos. Esto implica que cuatro de los doce grupos formados pueden incluir dos selecciones del Viejo Continente.
Uno de los aspectos más llamativos del procedimiento tiene que ver con los itinerarios diferenciados para los equipos mejor posicionados en el ranking FIFA. Con la intención de evitar que se crucen antes de la final, la organización estableció caminos separados para Argentina —actual número 1 del escalafón— y España, que ocupa el segundo lugar. Esta decisión inédita busca asegurar que las principales potencias mantengan trayectorias paralelas hasta una hipotética definición. Lo mismo aplica para Francia e Inglaterra, ubicadas en la tercera y cuarta posición respectivamente.
Mientras la ceremonia avanza y las bolillas comienzan a definir el destino de cada selección, en la delegación argentina se mantiene la cautela. La prioridad pasa por conocer no solo a los rivales de la fase de grupos, sino también las sedes en las que jugará el equipo dirigido por Scaloni. El Mundial 2026 implicará una logística compleja debido a las largas distancias entre las ciudades anfitrionas y un calendario exigente que combinará viajes extensos, cambios de clima y variaciones de altura.
Con el sorteo en marcha, Argentina da el puntapié inicial hacia una nueva ilusión mundialista, al mismo tiempo que proyecta un futuro más amplio con la posible continuidad de su cuerpo técnico hasta 2030.