En Catamarca, comerciantes, productores y ahorristas locales siguen de cerca la evolución del dólar ante la proximidad de las elecciones legislativas, conscientes de que la suba de la moneda impacta directamente en los precios de productos importados y en los costos de insumos para la economía regional. La incertidumbre cambiaria genera preocupación en sectores como la construcción, el comercio minorista y el transporte, que dependen de insumos dolarizados.
El dólar mayorista cerró este jueves en $1.402 para la venta, alcanzando su nivel más alto desde el 9 de octubre, a pesar de la intervención directa del Tesoro de Estados Unidos, que vendió USD 120 millones en el mercado de contado. La operación se sumó a los USD 100 millones vendidos el miércoles, en un intento de frenar la fuerte demanda de divisas.
Fuentes del mercado señalaron que las ventas se realizaron a través de bancos locales, como Santander, por cuenta y orden del Tesoro estadounidense. Sin embargo, la presión sobre la moneda se mantiene, impulsada por cobertura de importaciones, dolarización de ahorros y especulación previa a las elecciones legislativas del 26 de octubre.
En la jornada se negociaron USD 676,9 millones, un volumen elevado para esta época del año, reflejo de la firme demanda privada. Además, la liberación de 2,1 billones de pesos por no renovarse la totalidad de vencimientos de deuda soberana contribuyó a la tensión en los mercados financieros.
El régimen de bandas cambiarias vigente marca un límite superior de $1.488,59, dejando aún margen para una eventual suba, aunque los analistas advierten que sostener la banda será difícil tras los comicios, incluso con el respaldo de EE.UU.
El ministro de Economía, Luis Caputo, señaló que espera ejecutar el marco del swap con Estados Unidos "muy pronto", con el objetivo de reforzar la liquidez en dólares antes de las elecciones. No obstante, los expertos destacan que estas intervenciones solo logran ganar tiempo y que la estabilidad cambiaria dependerá de políticas económicas sostenibles y de los resultados electorales.
Analistas locales y extranjeros coinciden en que la situación plantea interrogantes sobre el futuro de la política cambiaria argentina y la capacidad de implementar reformas estructurales, especialmente en un contexto de alta volatilidad financiera y cercanía de los comicios.