El Gobierno enfrentará este jueves 9 de enero un desafío financiero crucial con el pago de aproximadamente USD 4.700 millones en vencimientos de deuda reestructurada en 2020. Este monto incluye bonos bajo legislación local e internacional, como los AL30, GD30, AL29, GD29 y AE38, cubriendo tanto capital como intereses.
Para asegurar el cumplimiento de estos pagos, el Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo, adoptó una estrategia combinada de compras anticipadas de divisas al Banco Central de la República Argentina (BCRA) y un préstamo REPO con bancos internacionales. Estas medidas buscan reforzar la confianza en los mercados y prevenir tensiones cambiarias.
Los bonos implicados incluyen montos significativos, destacándose el AL30/GD30 con USD 12,54 por cada 150 nominales, el AL35/GD35 con USD 3,09, y el AE38/GD38 con USD 3,75. En total, el sector privado recibirá alrededor de USD 3.500 millones, lo que podría tener un impacto considerable en el mercado financiero local.
Los analistas han identificado diversas opciones para la reinversión de estos fondos, considerando diferentes perfiles de riesgo:
Maximiliano Donzelli de IOL InvertirOnline recomienda el fondo corporativo FCI IOL Dólar Ahorro Plus, con un rendimiento del 7% anual, como una alternativa más estable frente a los bonos soberanos. Para los inversores que prefieren mantenerse en títulos soberanos, sugiere el GD35, que actualmente ofrece una TIR del 10,5% anual y un potencial retorno del 20% si disminuye el riesgo país.
Pablo Repetto de Aurum Valores propone una estrategia diversificada que combine bonos soberanos largos (GD35, GD38), bonos cortos indexados (BPY26) y acciones energéticas. Destaca al BPY26 como una opción menos volátil y de menor riesgo en comparación con las acciones.
Gustavo Ber, por su parte, recomienda una postura más conservadora, priorizando la reinversión en los mismos instrumentos que vencen. Su enfoque se centra en bonos soberanos y corporativos, evitando riesgos adicionales en el actual contexto económico.
Aunque la experiencia de años anteriores muestra que muchos inversores tienden a no reinvertir inmediatamente los fondos recibidos, el ambiente optimista de los mercados podría modificar esta tendencia este año. La respuesta de los mercados y el manejo del flujo de dinero serán fundamentales para evaluar las perspectivas económicas a corto plazo.
Este vencimiento representa una prueba clave para el Gobierno, que busca equilibrar el cumplimiento de sus compromisos financieros con el manejo de un contexto macroeconómico desafiante. Su impacto en los mercados y en la confianza de los inversores será determinante para los próximos meses.