La inflación en el precio de los alimentos no da tregua. En la primera quincena de mayo, el costo de la canasta básica, compuesta por 21 productos, aumentó el 2,38%. El panorama continúa siendo desalentador y en 2022 ya muestra un fuerte avance del 25,34%.
Los aumentos se observaron en productos de almacén (3,51%), mientras que la carne aumentó 2,4%, las frutas y las verduras un 0,49%. El azúcar común 7,14%, el sachet de leche un 5,88%, el aceite 4,08%, 3,68% la yerba mate; los fideos y harinas 3,45%; el pan fresco 2,94% y el arroz 1,54%.
La información se desprende del relevamiento hecho por la entidad Consumidores Libres que, reveló que los precios de los alimentos mantienen una tendencia alcista y que la inflación no deja de ganarle la carrera a los bolsillos.
El aumento en el precio de la carne
En la proteína más consumida por los argentinos, las subas fueron de: 2,37% en asado; 2,63% en carne picada común; 2,42% en bola de lomo y 1,89% en paleta.
¿Cómo aumentaron las verduras?
En los precios de las verduras se destaca un alza en el precio de la cebolla, que escaló un 12%, que se compensa con una baja del 9,29% en el tomate y de 3,9% en la acelga. También aumentó la zanahoria 4,74%, la berenjena 3,70%, mientras que las variedades de papa no registraron cambios. Por su parte, la naranja aumentó 6,6% y la manzana no sufrió variaciones, con respecto al sector frutas.
El Gobierno nacional espera para mayo una desaceleración tras los elevados números de los últimos meses, marzo (6,7%) y abril (6%).
Una leve desaceleración en alimentos
Por otra parte, de acuerdo con registros diarios de supermercados que conforman el “tracking semanal de alimentos” del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET) que integra el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), en la primera quincena de mayo la inflación intermensual de alimentos se desaceleró al 5,0%.
Sin embargo, a pesar de esa leve desaceleración, la cifra continúa siendo muy elevada en términos históricos, sostiene el relevamiento del organismo.
“La constante suba de precios de los productos de la canasta básica, y especialmente de alimentos que consumen las familias de las trabajadoras y los trabajadores, es el principal desafío que tenemos como sociedad.”, aseguró Nicolás Trotta, exministro de Educación de la nación y director del CDD.
“El Gobierno nacional debe encontrar una solución gradual, de mediano plazo, que le otorgue tranquilidad a la sociedad con base en un sistema eficaz de toma de decisiones que involucre acuerdos, lo que hasta ahora ha venido siendo una carencia que agrega costos altos a la inercia inflacionaria. Debe proyectarse previsibilidad en tarifas, en el tipo de cambio, sin pretender ajustar sobre la base de los salarios en una situación social de enorme dificultad”, agregó.
Qué alimentos registraron una desaceleración según el CDD
El informe detalla que: “a nivel rubro, la principal desaceleración entre el 30 de abril y el 16 de mayo se dio en pan y cereales, que subía al 11,3% mensual y ahora lo hace al 6% (-5,4 puntos porcentuales). También se observan desaceleraciones relevantes, aunque moderadas en lácteos, frutas, verduras y dulces (superiores a 1 puntos porcentuales, pero inferiores a 2 puntos porcentuales). En cambio, se constató aceleración de precios en pescados (+2,8 puntos porcentuales) y aceites y grasas (+2,1 puntos porcentuales).
“Si bien se observa una estabilización hacia la baja del ritmo inflacionario en alimentos tras la brusca disparada iniciada en febrero y que alcanzó pico en abril; todavía la desaceleración no ha hecho bajar la suba de precios de niveles que se pueden considerar como históricamente altos”, explicó el director del IET, Mariano de Miguel.
Las derivaciones del conflicto Rusia-Ucrania exponen impulsos inflacionarios e incertidumbre sobre la economía mundial. Los países con condiciones iniciales de fragilidad, como la Argentina, están expuestos a una mayor intensidad de los efectos del conflicto.
