Presupuesto 2026: el Gobierno destina el financiamiento más bajo en la historia para bosques nativos
El proyecto oficial prevé apenas el 3,5% de los fondos que establece la Ley de Bosques. Organizaciones ambientales advierten que el desfinanciamiento limita el control de desmontes ilegales, desalienta la conservación y pone en riesgo compromisos internacionales de Argentina en materia climática.

El proyecto de Presupuesto Nacional 2026 contempla el financiamiento más bajo desde la sanción de la Ley de Bosques en 2007. Según la Fundación Vida Silvestre Argentina, la propuesta del Poder Ejecutivo destina apenas el 3,5% de los recursos fijados por la norma, lo que representa el desfinanciamiento más grave en casi dos décadas.

La Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos establece que el Fondo Nacional de Enriquecimiento y Conservación debe recibir, como mínimo, el 0,3% del presupuesto nacional. Para 2026, ese monto equivaldría a $444.207 millones. Sin embargo, el proyecto prevé solo $15.843 millones, más $1.624 millones para el Programa Nacional de Protección de Bosques Nativos.

"Con el presupuesto asignado se destinarían apenas $298 por hectárea al año, es decir, $24 por mes para cuidar cada hectárea. Es imposible proteger nuestros bosques con estos recursos", advirtió Manuel Jaramillo, director general de Vida Silvestre.

Los especialistas alertan que la falta de fondos limita la capacidad de las provincias para fiscalizar desmontes ilegales y desalienta a los propietarios a conservar y restaurar sus tierras. Además, la deforestación avanza incluso en zonas prohibidas, producto de la expansión agropecuaria, forestal, urbanística y vial.

Tampoco se están restaurando las áreas incendiadas o degradadas, y sigue pendiente la creación de un registro nacional de infractores que permita aplicar sanciones efectivas. "Excepto en los inicios de la Ley, el presupuesto nunca superó el 10% de lo que corresponde, lo que muestra la falta de voluntad política para cumplir con esta norma clave", remarcó Jaramillo.

Los bosques nativos cumplen funciones esenciales: regulan los ciclos hídricos, mitigan el cambio climático, sostienen la biodiversidad y brindan recursos vitales a comunidades locales, como alimentos, agua potable y medicinas. Su degradación, advierten, genera impactos sociales, económicos y ambientales irreversibles.

El desfinanciamiento también compromete los compromisos internacionales de Argentina, que se propuso alcanzar la carbono neutralidad en 2050 y reducir la deforestación, en línea con el Acuerdo de París y el Convenio de Diversidad Biológica.

"El futuro de los bosques nativos depende de lo que se discuta en el Congreso en las próximas semanas. Conservarlos es esencial para nuestra salud, bienestar y supervivencia", concluyó el director de Vida Silvestre.