La Asociación Bancaria (AB), el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector, anunció un nuevo acuerdo de actualización salarial correspondiente al mes de septiembre, que eleva el salario inicial a $1.915.982,88, sin contar los adicionales.
Según el comunicado difundido por el gremio que conduce Sergio Palazzo, la actualización para el noveno mes del año es del 2,1%. De esta manera, el aumento acumulado en lo que va del 2025 alcanza el 22% sobre los salarios de diciembre de 2024.
El acuerdo establece además que el retroactivo correspondiente al mes de septiembre se abonará junto con los salarios de octubre.
Otro punto destacado del acuerdo es la actualización del bono por el Día del Bancario, que se celebra cada 6 de noviembre. Para este año, el monto mínimo que recibirán los trabajadores será de $1.708.032,46, cifra que, según aclaró el sindicato, será "a corregir por futuras actualizaciones".

"De esta manera, una vez más, desde la Asociación Bancaria garantizamos que los trabajadores/as bancarios/as continúen salvaguardando el poder adquisitivo de los salarios", concluye el comunicado del Secretariado General Nacional del gremio.
Por la rentabilidad del sector, la paritaria de los bancarios es una de las pocas que está afuera de la pauta salarial que fija el Ministerio de Economía, del 1% mensual.
Como anticipó Infobae, algunas de las últimas negociaciones salariales cerradas en las últimas semanas se apartan de la pauta oficial de aumentos del 1% mensual, aunque el Gobierno está menos dispuesto a exigir el acatamiento del tope y evalúa los acuerdos a la luz de algunos ítems que habilitan o no su homologación.
Es el caso, por ejemplo, de la paritaria del Sindicato de Sanidad, que acaba de firmar un aumento salarial del 5,2% para el trimestre agosto-octubre, en tres tramos del 1,9%, 1,7% y 1,6%, más sumas no remunerativas de $60.000 para cada uno de esos meses.

En el gremio, que nivel nacional conduce Héctor Daer y cuya filial Buenos Aires lidera ahora Javier Pokoik, están seguros de que la Secretaría de Trabajo homologará el convenio pese a que las cifras superan el techo oficial.
La confianza en la convalidación de Julio Cordero se basa en lo que sucedió en la anterior paritaria, que amagaba con trabarse sin convalidar en los despachos oficiales: firmada el 25 de junio, incluyó un incremento del 4,5% para el trimestre mayo-julio en tres tramos del 1,5%, más tres sumas fijas de $25.000, $40.000 y $60.000 para cada uno de esos meses. Es decir, por encima de la pauta oficial y con un claro destino de no homologación.
Sin embargo, el secretario de Trabajo puso su firma el 15 de julio en la resolución que homologó el aumento. La demora se debió a la evaluación que hicieron los funcionarios acerca del impacto de las cifras acordadas: finalmente, se avaló cuando se produjo la constatación de que las empresas del sector de salud no trasladaron el aumento del 4,5% a las cuotas que pagan los usuarios.
La misma fórmula se aplicaría ahora, aunque los sindicalistas de Sanidad advirtieron que de todas formas en las cámaras hay predisposición a pagar la mejora salarial aunque no esté homologada por Trabajo.
En la mirada más tolerante del Gobierno en materia salarial, según descuentan los dirigentes gremiales, influye el "modo electoral" en el que entró el Gobierno, donde, pese a algunas variables inestables, la baja inflación está encarrilada y se impone la necesidad de "acompañar" la recuperación salarial de algunos sectores para que ayude a sumar votos en los comicios.
Aun así, cada acuerdo salarial es mirado con lupa por los funcionarios de Economía y de Trabajo: analizan si los aumentos se corresponden con un incremento de la productividad o si no impactarán en los precios, por ejemplo, como requisitos para ser homologados.
El test para medir la política salarial del Gobierno es la paritaria del Sindicato de Camioneros, que acaba de firmar un acuerdo que la administración de Javier Milei buscará extender como modelo a otras actividades.
Consiste en un incremento salarial del 1,2% para septiembre, del 1,1% para octubre y del 1% para noviembre, diciembre, enero y febrero, es decir, un 3,3% en tres tramos que regirá durante 6 meses, "reflejando el compromiso y el acompañamiento de los actores involucrados con la estabilidad económica", anunció el Ministerio de Capital Humano en un comunicado.
Además, se otorgará una suma no remunerativa de $25.000 por única vez que se abonará en el mes de septiembre, y que se incorporará a los salarios básicos por un valor de $22.000 a partir de octubre.
A fines de agosto, el gremio de Hugo Moyano había exigido a los empresarios la reapertura de las negociaciones salariales para lograr una mejora que rija desde septiembre porque la inflación de junio y julio fue superior a la suscripta en el acuerdo vigente hasta fin de mes (período junio-agosto) y "todo indica que agosto también superará las proyecciones establecidas", algo que confirmó el 1,9% registrado por el INDEC.
Además de solicitar un aumento para que "los trabajadores no vean aún más deteriorado su poder adquisitivo", Moyano explicitó su desconfianza en la medición de la inflación, al destacar su "preocupación por la evidente brecha entre los índices inflacionarios publicados por el Gobierno y los precios reales que marcan los supermercados, en particular en los alimentos".