De los semáforos al prime time: la argentina que deslumbra en America's Got Talent
Micaela Leitner, de 32 años, pasó de entrenar en un centro cultural de barrio y hacer malabares en las calles a conquistar al jurado y al público del famoso reality junto a su pareja artística y sentimental, el chileno Matías Cienfuegos. Su show se volvió viral y la llevó a soñar con la gran final.

La historia de Micaela Leitner parece de película. A los 32 años, la joven oriunda de Paraná (Entre Ríos) que comenzó haciendo malabares "a la gorra" en los semáforos logró escalar a escenarios internacionales y, ahora, conquistar la televisión estadounidense en horario central.

Su presentación en America's Got Talent junto a su marido, el chileno Matías Cienfuegos, dejó al jurado y al público de pie. Bajo el nombre artístico "Sirca Marea", el dúo desplegó un número de acrobacia aérea con un aparato metálico de origen ruso, que combina riesgo, precisión y poesía visual.

El impacto fue inmediato: Simon Cowell y Sofía Vergara resaltaron la originalidad y el riesgo de la performance, mientras Heidi Klum y Howie Mandel celebraron la perfección del cuadro. En redes sociales, el video se volvió viral y rompió récords de reproducciones dentro del reality.

El camino hacia el escenario estadounidense

La oportunidad nació en un festival de París, donde un cazatalentos del programa vio una foto de la pareja y buscó contactarlos. El mensaje fue directo: "Queremos que audicionen para America's Got Talent en Los Ángeles".

Tras semanas de ensayos, viajes y trámites, Micaela y Matías llegaron hasta las semifinales y ahora se preparan con la ilusión de alcanzar la gran final, prevista para el 23 de septiembre, con un premio mayor de un millón de dólares.

Un sueño con raíces

Más allá del dinero, Micaela ya proyecta un objetivo claro: abrir una casa artística que funcione como refugio familiar y espacio de creación colectiva. "Vivimos en una casa rodante y nos vendría muy bien una casa de verdad. Con ese dinero podríamos comprar una en Chile y otra en Argentina", aseguró.

Formada en el deporte y las artes escénicas, la acróbata sostiene que lo más importante es la preparación mental y emocional para sostener un desafío de esta magnitud. "A nivel personal me siento elevada... ya gané en el sentido de ser una mejor versión de mí", reflexiona.

Aunque reconoce que la final sería un hito en su carrera, no mide su éxito solo en premios. "Sirca Marea ya cambió su destino porque llegó al corazón de la gente", afirma Micaela, que hoy mira al mundo desde las alturas, decidida a que su arte siga volando más allá de las fronteras.