La internación del chef Christian Petersen tras participar de una excursión al volcán Lanín generó una fuerte repercusión mediática y dio lugar a múltiples versiones sobre lo ocurrido durante la actividad de montaña. En ese contexto, la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) decidió hacer pública la versión del equipo que lo acompañó, a través de un comunicado oficial difundido en las últimas horas en sus redes sociales.
El texto, titulado "Aclaración del caso Petersen en el Volcán Lanín", busca detallar el desarrollo de la actividad y el accionar del personal a cargo, ante la proliferación de hipótesis sobre un posible accidente, problemas de salud previos o supuestas fallas en la organización del trekking.
Según informó la AAGM, Petersen participaba de una actividad de ascenso al volcán cuando, durante el chequeo previo del equipamiento, manifestó una serie de requerimientos particulares. Entre ellos, mencionaron la necesidad de realizar la caminata en silencio, una condición que llamó la atención del equipo de guías.
Frente a esa situación, desde la asociación explicaron que se resolvió adaptar la modalidad de la excursión. "Se decidió que la actividad se realizara de manera individual, siempre con un guía cercano y bajo supervisión", señalaron en el comunicado. De acuerdo con el relato oficial, el ascenso se desarrolló con normalidad hasta la llegada al refugio.
Una vez en ese punto, el chef compartió un momento con el resto del grupo. "Al llegar al refugio compartió con el grupo, disfrutó del lugar y se mostró contento por haber alcanzado ese punto", detallaron los guías, remarcando que hasta ese momento no se habían registrado inconvenientes ni señales de alerta.
Sin embargo, el escenario cambió durante la madrugada. Según el comunicado, cerca de la medianoche se observó una modificación en el comportamiento de Petersen que resultó disruptiva para el descanso del grupo. "Cerca de las 00 se observó un cambio en su comportamiento, lo cual resultó molesto para el descanso del grupo", indicaron.
Ante esa situación, los guías explicaron que mantuvieron un diálogo con el chef y que, tras una conversación sin inconvenientes, se resolvió que iniciara el descenso. Antes de continuar, Petersen descansó aproximadamente dos horas, siempre acompañado por un integrante del equipo.
El descenso comenzó alrededor de las 4 de la madrugada. Desde la AAGM informaron que se dio aviso a Parques Nacionales sobre lo ocurrido y que el operativo se desarrolló conforme a los protocolos establecidos. Aproximadamente dos horas después, según el comunicado, el chef tuvo una actitud que calificaron como "prepotente" hacia uno de los miembros del equipo, motivo por el cual se solicitó la intervención de Gendarmería.
En cuanto a las condiciones físicas de Petersen durante el descenso, los guías aseguraron que la actividad se realizó "en buenas condiciones" y remarcaron que el chef no presentó "ningún problema físico, arritmia ni cuadro compatible con un accidente cerebrovascular", versiones que habían circulado previamente en distintos medios y redes sociales.
La decisión de la familia y el parte médico oficial
En paralelo al comunicado de los guías, la familia de Christian Petersen tomó una decisión clara frente a la exposición pública del caso: solicitar hermetismo absoluto respecto a su estado de salud, al menos mientras dure la internación.
Pese a ese pedido, la viralización de información llevó a que el hospital emitiera, el pasado 18 de diciembre, el primer y hasta ahora único parte médico oficial. En ese comunicado se informó que Petersen fue derivado desde el Hospital de Junín de los Andes y que presenta un "cuadro de falla multiorgánica", por lo que su estado es reservado y requiere atención médica especializada de manera permanente.
Tanto el hospital como el Ministerio de Salud aclararon además que no se había emitido ningún parte médico previo y que cualquier información difundida anteriormente no provino de fuentes oficiales.