Tras la eliminación de Alfa, Gran Hermano (Telefe) sorprendió a los participantes con nuevas incorporaciones. Se trata de Moro y Caramelo, dos cachorros mestizos que ya eligieron a sus dueños: Marcos y Nacho. Camila se puso celosa por la preferencia de los animales y trató de ganarse su cariño, pero se puso intensa y el joven salteño explotó. “Salí”, le dijo enojado.

La historia continuó esta mañana, cuando el estudiante de abogacía -y gran candidato a ganar esta edición del reality- se levantó para limpiar lo que habían ensuciado los pequeños. Lattanzio fue tras él y hasta se le metió en el confesionario, lo que despertó nuevas críticas sobre su comportamiento. “No entiende lo que es no”, “Sigue acosando a Marcos”, “Ojalá se vaya este domingo porque es infumable”, fueron algunos de los comentarios que se leyeron en Twitter.

Todavía falta un mes para que se apaguen las luces de la casa más famosa del país. Antes de la gran final, Ginocchio deberá confirmarle a Gran Hermano si quiere adoptar a uno o ambos perros, que ya lo consideran su humano de confianza.

Marcos pasa hambre en la casa de “Gran Hermano” y hay preocupación por su salud

Marcos Ginocchio ya no soporta perder la prueba semanal en Gran Hermano, porque eso los obliga a contar con la mitad del presupuesto para las compras en el supermercado de la casa. Bajó de peso por el hambre que pasa y hasta tuvo que hacerle otro agujero al cinturón porque le quedaba grande.

En diciembre, Marcos le había confiado a Agustín que no quería repetir porciones para no perjudicar a ningún compañero. “Estás muy flaco, te desinflaste”, le dijo Frodo, pero él se negó a pedir más alimentos. Como si fuera poco, esta semana Julieta y Daniela se olvidaron lo único que les había pedido del super: una caja de té para merendar.