Freddie Mercury murió el 24 de noviembre de 1991 en Kensington, Londres, tras una exitosa carrera con el grupo Queen.

El 23 de noviembre de 1991, el vocalista anunció que portaba el virus del VIH. La estrella del rock visibilizó así una enfermedad que lo tuvo a maltraer durante varios años.

Hacia finales de 1991, los rumores sobre una posible enfermedad de Mercury eran latentes. Sin embargo, el artista no había dado indicios al respecto. Según sus allegados, Freddie estaba decidido a proteger a sus seres queridos y fanáticos de su complicado diagnóstico.

Con el paso del tiempo su cuadro empeoró y lo compartió con su público. Se reunió con Jim Beach, gerente de Queen, y diagramaron la declaración pública. Al otro día, se conoció una carta que llegó a los portales de todo el mundo, contando su enfermedad.

A las pocas horas, el cantante murió como consecuencia de una bronquio-neumonía, provocada por el SIDA

Al momento de su muerte, estaba en su residencia de Londres junto a su abogado Jim Beach, su pareja Jim Hutton, sus seis gatos y quien fuera su asistente personal durante años, Peter Freestone.

El líder de Queen hubiera cumplido 75 años el pasado 5 de septiembre. Actualmente tendría 76 años.

Al tiempo de su muerte, se conoció un informe que reveló la existencia de un hijo secreto. El dato trascendió tras el éxito de la película Bohemian Rhapsody. El cantante se instaló en Múnich a principio de los 80 y se sumergió en la escena de la fiesta local donde tuvo un hijo.

Según le confiaron a The National Enquirer: “La madre solía ir de fiesta con Freddie y su pandilla. Pero de repente se retiró de esa multitud cuando quedó embarazada”.

La mujer, de la que no se conocen más detalles, no está segura quién es el padre de su hijo, pero sospecha que es Freddie. “Se dejó crecer el bigote una vez y se parecía a Freddie”, indicó.

Nació en Zanzíbar y fue nombrado Farrokh Bulsara. Con el paso de los años se hizo conocido como Freddie Mercury.