Estados Unidos difundió un video en el que se observa el hundimiento de un buque cargado con droga, presuntamente vinculado al grupo criminal Tren de Aragua, en aguas internacionales del Caribe.
El operativo, llevado a cabo por fuerzas navales estadounidenses, fue confirmado por el presidente Donald Trump en un discurso desde el Despacho Oval. El mandatario informó que once personas que viajaban a bordo murieron durante la acción, sin que se registraran bajas entre las tropas norteamericanas.
En las imágenes divulgadas se aprecian maniobras militares que culminan con el hundimiento de la embarcación, aunque no se detalló qué armamento fue utilizado ni si hubo enfrentamientos directos. Trump aseguró que el barco trasladaba "grandes cantidades de drogas" procedentes de Venezuela y celebró el resultado: "Literalmente destruimos un barco que transportaba mucha droga. Lo verán y leerán sobre ello. Sucedió hace unos momentos".
El jefe de la Casa Blanca calificó al Tren de Aragua como una organización "narcoterrorista" vinculada al régimen de Nicolás Maduro, a la que responsabilizó de tráfico de estupefacientes, asesinatos masivos y violencia transnacional. En un mensaje en Truth Social lanzó una advertencia: "Esta mañana, por mis órdenes, las Fuerzas Militares de EE.UU. llevaron a cabo un ataque cinético contra narcoterroristas del Tren de Aragua. Que esto sirva de aviso a cualquiera que siquiera piense en traer drogas a Estados Unidos. ¡Cuidado!".
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó en la red social X que la operación incluyó un despliegue militar de gran escala: ocho buques con misiles y un submarino de propulsión nuclear en aguas caribeñas cercanas a Venezuela.
Trump también elogió al jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, por informarle sobre el desarrollo de la misión, enmarcada en la estrategia de su gobierno para combatir el narcotráfico hacia territorio estadounidense.
La reacción de Caracas llegó rápidamente. El presidente Nicolás Maduro calificó el operativo como la "mayor amenaza en América en los últimos cien años" y advirtió que Venezuela se declarará "en armas" ante cualquier agresión directa. El episodio profundiza la tensión entre Washington y Caracas, en un escenario ya marcado por acusaciones cruzadas y creciente desconfianza política.