Así llegó el féretro a la Basílica vaticana
El féretro fue trasladado desde la capilla de Santa Marta hasta la basílica vaticana en una solemne procesión. Miles de fieles ya desfilan para rendir homenaje al pontífice argentino, que falleció el lunes a los 88 años. El funeral será el sábado con la presencia de líderes mundiales.

El cuerpo del papa Francisco fue trasladado este miércoles a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá en capilla ardiente durante tres días para recibir el último adiós de miles de fieles. La ceremonia se desarrolló con gran solemnidad y respeto, en el marco de un luto que conmueve al mundo católico.

El féretro de madera, abierto y austero, fue llevado en procesión desde la capilla de la residencia de Santa Marta, donde Francisco falleció el lunes a los 88 años. Lo acompañaron cardenales con sotanas escarlata, obispos con túnicas púrpuras y guardias suizos con sus tradicionales uniformes dorados y azules.

El cortejo fue encabezado por el cardenal Kevin Farrell, actual administrador interino del Vaticano, seguido por una nube de incienso y el canto de la Letanía de los Santos. A lo largo del recorrido, los cardenales se acercaban en parejas al ataúd, inclinándose en señal de reverencia, mientras la multitud en la plaza observaba en silencio y entre lágrimas.

 

El ataúd siguió el mismo trayecto que, pocos días antes, había recorrido el papa en papamóvil durante la celebración de Pascua, en lo que fue su último saludo público. Aquella aparición fue decidida a último momento, animado por su enfermera pese al delicado estado de salud derivado de una fuerte neumonía.

Una vez dentro de la basílica del siglo XVI, el féretro fue colocado, según su voluntad, sobre una rampa simple ante el altar mayor, sin catafalcos ni ornamentación, con cuatro guardias suizos de pie a su lado. Francisco había solicitado que su funeral se celebrara con sencillez, reflejando su papel de pastor antes que de jefe de Estado.

Las imágenes difundidas por el Vaticano mostraron al papa vestido con mitra episcopal y túnica roja, con las manos cruzadas sobre un rosario. El martes, se celebró una primera ceremonia privada de despedida en Santa Marta, con la participación de miembros del entorno más cercano del pontífice. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, fue fotografiado orando junto al cuerpo.

La policía italiana reforzó la seguridad en el área con patrullas a pie y a caballo, mientras miles de peregrinos continúan llegando a Roma para despedir al pontífice y participar de las celebraciones del Año Santo, que él mismo inauguró en diciembre.

El velatorio público se extenderá hasta el viernes a las 19, momento en que el ataúd será sellado. El funeral será el sábado a las 10 de la mañana en la plaza de San Pedro. Se espera la presencia de varios líderes mundiales, entre ellos los presidentes Donald Trump (EE.UU.), Javier Milei (Argentina) y Volodmyr Zelenskyy (Ucrania).

Paralelamente, los 135 cardenales menores de 80 años habilitados para votar ya comenzaron sus reuniones para preparar el cónclave que elegirá al nuevo papa. El inicio de ese proceso no está previsto antes del 5 de mayo.