La ciudad de Kiev fue blanco de un nuevo y devastador ataque ruso, que incluyó el lanzamiento coordinado de misiles y drones sobre al menos 27 objetivos distintos. Seis personas murieron, entre ellas un niño de seis años, y otras 52 resultaron heridas, según el último parte oficial. Las autoridades locales no descartan que haya más víctimas bajo los escombros.
Una de las zonas más afectadas fue el distrito de Solomianskyi, donde parte de un edificio residencial de nueve pisos colapsó tras el impacto. Equipos de rescate trabajan contrarreloj entre los restos del inmueble, mientras la tensión crece en diversos barrios de la capital.
Desde su cuenta oficial de Telegram, el presidente Volodimir Zelenski confirmó que el ataque afectó directamente a edificios habitados y aseguró que todos los servicios de emergencia están desplegados para contener la situación.
Imágenes del lugar mostraban columnas de humo, estructuras dañadas y escenas de pánico. Muchos vecinos intentaban regresar a sus viviendas pese a las restricciones, en busca de pertenencias entre los escombros. En tanto, la primera ministra Yulia Svyrydenko y el ministro del Interior Ihor Klymenko acudieron a supervisar la zona.
El jefe de la Administración Militar de Kiev, Tymur Tkachenko, informó que al menos 27 puntos de la ciudad fueron atacados, con daños particularmente severos también en el distrito de Sviatoshynskyi. La ofensiva representa una nueva escalada en el conflicto bélico, que mantiene a Ucrania bajo fuego constante desde hace meses.
Tensiones internacionales y advertencias de EE.UU.
En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que si no se concretan avances en las negociaciones de paz lideradas por Washington antes del 8 de agosto, Rusia enfrentará nuevas sanciones económicas y aranceles punitivos.
Líderes occidentales acusan al presidente ruso Vladimir Putin de intentar consolidar su control sobre territorio ucraniano por la vía militar, desoyendo los pedidos de cese al fuego. Mientras tanto, la población civil sigue pagando el costo más alto del conflicto.
Disputa por la ciudad de Chásiv Yar
En otro frente, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció este jueves la toma de la ciudad estratégica de Chásiv Yar, en la región de Donetsk, tras más de un año de intensos combates. Sin embargo, Ucrania desmintió la información, lo que refleja la disputa sobre el control territorial en el este del país.
La ciudad, que tenía unos 12.000 habitantes antes de la guerra, se considera clave por su ubicación a solo cinco kilómetros de Konstantínovka, el próximo objetivo militar en la zona. Su eventual captura podría allanar el camino hacia Kramatorsk y Sloviansk, bastiones esenciales del ejército ucraniano en el Donbás.
Según el Kremlin, las fuerzas rusas habrían "liberado" la ciudad en el marco de su llamada "operación militar especial". La agencia estatal TASS afirmó, citando fuentes castrenses, que en la batalla fue "aniquilada la agrupación más grande de fuerzas ucranianas", aunque no ofrecieron pruebas independientes.
Ígor Kimanovski, asesor de la jefatura de la autoproclamada República Popular de Donetsk, sostuvo que la caída de Chásiv Yar marca el colapso de la defensa ucraniana en ese sector del frente.
La situación en el este de Ucrania sigue siendo altamente volátil, con ofensivas rusas que buscan avanzar sobre territorio clave mientras las fuerzas ucranianas intentan resistir en posiciones cada vez más comprometidas.