En plena conmoción mundial por el fallecimiento del papa Francisco, Telenoche difundió este miércoles nuevos fragmentos inéditos de la entrevista que el periodista Nelson Castro le realizó en 2019 en el Vaticano. En las grabaciones, Jorge Bergoglio se muestra como pocas veces antes: sincero, humano y profundamente reflexivo sobre su vida antes del papado.
"Ya tenía todo preparado", afirma en uno de los audios el entonces cardenal. "Me había adelantado a prepararme la pieza en el hogar sacerdotal, en mi barrio. Una pieza normal, como la de cualquier cura. Ya pensaba que iría a confesar a Flores, ya tenía el plan hecho", relató Bergoglio, describiendo una vida sencilla, alejada de toda proyección eclesiástica mayor.
Incluso, reveló que había dejado escrito el discurso para la misa del Jueves Santo y que lo había entregado al arzobispo auxiliar. "Estaba convencido de que mi vida sacerdotal estaba terminada", sostuvo. Y con una honestidad conmovedora, agregó: "Lo único que le pido a Jesús es que no me duela la muerte, porque no soy valiente para el dolor. Que me acompañe en ese momento, pero que no me duela".
El papa también compartió detalles de sus últimos días en Buenos Aires antes de ser electo pontífice. Según relató, antes de viajar a Roma, pasó por la Nunciatura y le comentó al entonces nuncio que regresaría el sábado anterior al Domingo de Ramos. "Ningún papa asume en Semana Santa", bromeó en ese momento, ajeno a lo que el destino le tenía preparado.
El propio Francisco había presentado su renuncia como arzobispo dos años antes, al cumplir 75, pero el papa Benedicto XVI había decidido extenderle el cargo. Nelson Castro explicó en la emisión que Bergoglio estaba convencido de que tras la Pascua comenzarían a buscar a su sucesor. "Nunca imaginó que se convertiría en el próximo pontífice", afirmó el periodista.
Uno de los fragmentos más íntimos llega cuando Francisco reflexiona sobre su país natal. "¿Extrañar? ¿Sabe que no? No. Como que haber vivido 76 años allí... Siempre pienso a mi país con simpatía, porque lo quiero. Pero no siento esas ansias de volver", dijo, con una serenidad que sorprende.
Consultado sobre si se siente solo, respondió: "No, para nada". Explicó que su residencia en Santa Marta, dentro del Vaticano, le brindó una vida comunitaria inesperada. "No estoy solo, aunque tampoco acompañado como en Buenos Aires", comentó.
Estas grabaciones, resguardadas durante años a pedido del propio Francisco, revelan el lado más humano de un líder espiritual que creyó que su historia personal había llegado a su epílogo, sin saber que el mundo aún lo esperaba para escribir uno de los capítulos más significativos de su vida.
"Lo que más impacta, cerró Nelson Castro, es que todo esto lo sabíamos en parte, pero escucharlo en su propia voz, con esa sinceridad tan propia de él, es otra cosa. Uno lo imagina ahí, cerrando la puerta de su pieza en Flores, sin saber que jamás volvería".