Becciu desiste del cónclave pero estalla un nuevo escándalo por Cipriani
El cardenal condenado por corrupción, declinó de votar en la búsqueda de un nuevo Papa. Sin embargo, la presencia inesperada del cardenal peruano Cipriani, sancionado por el Vaticano, abrió otra polémica a días de la elección papal.

La cuenta regresiva hacia el próximo cónclave, que comenzará el 7 de mayo, no deja de sumar capítulos de alta tensión en el Vaticano. Este lunes, el cardenal italiano Angelo Becciu, implicado en un escándalo de corrupción, finalmente desistió de su intento de participar en la elección papal, aunque una nueva controversia se encendió con la sorpresiva aparición del cardenal peruano Juan Luis Cipriani, sancionado por el Vaticano.

Según informaron medios italianos, Becciu —defenestrado por el Papa Francisco en 2020 y condenado en 2023 a cinco años de prisión— habría renunciado a su obsesión de ingresar a la Capilla Sixtina "por el bien de la Iglesia". Se espera una confirmación oficial de la Sala de Prensa de la Santa Sede en las próximas horas.

Desde la muerte del Papa, Becciu, de 76 años, exsustituto de la Secretaría de Estado y en su momento hombre de confianza de Francisco, se había convertido en un factor de inestabilidad. Aunque había renunciado a sus derechos cardenalicios, conservaba el título y había comenzado una intensa campaña para ser readmitido en el cónclave, alegando que se trataba de un "deber" cardenalicio.

Sin embargo, según el diario Corriere della Sera, fue el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, quien le presentó un documento firmado por el mismo Francisco —identificado con una simple "F"— que le prohibía expresamente participar en la elección papal. Ante esta evidencia, Becciu habría aceptado dar un paso al costado.

Durante los últimos días, Becciu había insistido en que el Papa, antes de su muerte, le había prometido encontrar "una solución" para su situación. El único que públicamente lo defendió fue el cardenal Giuseppe Versaldi, de 81 años, quien recordó que, según el principio de presunción de inocencia, el purpurado aún tiene derecho a apelar su condena.

La agencia ANSA reportó que Becciu llegó a tomar la palabra durante una de las congregaciones generales para reiterar su reclamo, pero finalmente retrocedió, evitando un desafío abierto a la voluntad del difunto pontífice.

El caso Cipriani

No obstante, la resolución del caso Becciu no cerró las turbulencias. Este domingo, durante el homenaje a la tumba de Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, la presencia del cardenal peruano Juan Luis Cipriani causó sorpresa y malestar.

Cipriani, de 81 años y primer cardenal del Opus Dei, enfrenta sanciones impuestas por el Vaticano tras denuncias de abuso. Entre ellas, la prohibición de usar vestimenta cardenalicia, hacer declaraciones públicas y residir en su país natal, Perú. A pesar de estas restricciones, fue visto participando del acto, vestido con sus paramentos rojos y saludando al resto de los purpurados.

Consultado sobre la situación por periodistas de La Nación, el director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, se limitó a decir que "no damos información particular sobre los cardenales" y aseguró que "no tenía indicaciones" sobre el tema.

La sanción a Cipriani, revelada tras una investigación de El País, fue confirmada por Bruni en enero pasado. El portavoz vaticano indicó que las medidas disciplinarias fueron adoptadas tras varias denuncias y que el purpurado las había aceptado. Las restricciones impuestas son similares a las que afrontaron otros altos prelados acusados de abuso, como el ex arzobispo de Agaña, Anthony Apuron, y el premio Nobel de la Paz y ex obispo de Timor Oriental, Carlos Ximenes Belo.

La participación de Cipriani en actos oficiales, en abierta contradicción con las sanciones, suma un nuevo capítulo de tensión en la antesala de un cónclave ya convulsionado, donde la transparencia y el respeto a las normas internas son mirados con creciente atención.